La casa de la baronesa Thyssen en Mallorca: 700 metros cuadrados, 6 habitaciones y un jardín de ensueño

Tita Cervera es una de las mayores fortunas de nuestro país, pero eso no significa que no busque liquidez y venda algunas de las propiedades que no utiliza, por muy majestuosas que sean. La empresaria ahora pasa la mayor parte de su tiempo en la Costa Brava, donde abrió recientemente un hotel ‘The pink elephant’, y quizás ese ha sido uno de los motivos por el que ha decidido poner el cartel de “Se vende” en su residencia de Palma de Mallorca. Una lujosa mansión que te mostramos al detalle en el vídeo que encabeza la noticia.

Una villa construida a finales del siglo XIX y reformada en la década de los ochenta, que no tiene nada que envidiar a las mansiones de Hollywood y que adquirió junto a su marido, el Barón Thyssen-Bornemisza en 1990 con la idea de que se convirtiese en su residencia de verano. Aunque la realidad fue bien distinta, pues nunca llegaron a vivir en ella y se dedicaron a alquilarla durante varios años hasta que decidieron que quedase vacía para ponerla a la venta.

Sin embargo, encontrar un comprador no está siendo tarea fácil, pues desde que la puso en venta en 2017 por 6,5 millones de euros no ha logrado cumplir su objetivo. Es más, se vio obligada a bajar la cifra en dos ocasiones: primero a 5,5 millones de euros y ahora por la cantidad de 4,9 millones de euros; en definitiva, 1,6 millones menos de la cifra inicial.

"Es un excelente ejemplo de la belleza arquitectónica de aquella época, con techos altos con vigas a la vista, arcos, puertas y persianas blancas que enfatizan el carácter de casa de verano", cuentan desde Living Blue Mallorca, la agencia inmobiliaria encargada de su salida al mercado. 

La villa, al detalle

En cuanto a la residencia, se encuentra ubicada en El Terreno, un exclusivo barrio de Palma, muy cerca del famoso Castillo de Bellver, en plena naturaleza y con vistas al mar y la montaña. Un enclave privilegiado que ofrece la máxima independencia a quien allí se hospede y que además, cuenta con una casa para invitados independiente.

La propiedad posee un jardín de 2.300 m2 con una vasta vegetación entre las que se observan todo tipo de flores y árboles (además de altos arbustos que ofrecen aún más privacidad) y una amplia piscina para aprovechar al máximo el clima de la isla. Tampoco falta una gran azotea donde disfrutar de las puestas de sol.

Posee además un apetecible porche de techos altos en el que las vigas quedan a la vista y que hace que se vea aún más acogedora, además de varias columnas y suelos de mosaico en tonos tierra.

Según Idealista, otra de las plataformas en las que se comercializa, se trata de “una oportunidad única para vivir en una casa señorial de otra época mientras se disfrutan de todas las comodidades modernas un sueño hecho realidad para los amantes de lo extraordinario".

El interior tiene 730 m2 distribuidos en 3 plantas en los que hay seis dormitorios (algunos de tipo suite), un amplio salón con chimenea, sala de estar y un gran comedor perfecto para organizar cenas con amigos.

Tanto paredes como techos son de color blanco -y también muchos de los suelos- que permiten una mayor versatilidad a la hora de añadir el mobiliario y también le conceden un aire de lo más mediterráneo.

También incluye detalles más coloridos que hacen que se vea más acogedora.

En otras palabras, una casa que tiene todos los ingredientes para convertirse en el remanso de paz perfecto, aunque no para todos los bolsillos.