Gisele Bündchen es una de las modelos más icónicas de nuestros tiempos, de eso no cabe duda. Tras más de dos décadas reinando en las pasarelas, además de ser uno de los ángeles de Victoria’s Secret más famosos, ha trabajado para todo tipo de firmas de lujo: desde Versace a Dolce&Gabbana, pasando por Chanel, Valentino o Tom Ford. Desde marcas de belleza a moda, accesorios o deporte; el elenco de enseñas con las que ha trabajado no puede ser más extenso.
Más allá de su carrera en el mundo del modelaje, la brasileña también es conocida por su estilo de vida en el que el deporte y la alimentación saludable son clave. Una muestra de ello se encuentra en su cuenta de Instagram, donde no se corta a la hora de publicar sus entrenamientos y rutinas, que siguen con detalle sus casi 23 millones de followers. Al hilo de los círculos ‘healthy’ en los que se mueve, la cocina es otra de sus pasiones, y precisamente ese ha sido el motivo por el que ha decidido dar el salto y publicar su propio libro de ‘recetas, que salió a la luz hace unos meses. ‘Nourish’, una recopilación de sus 100 platos favoritos para, según ella misma cuenta son “recetas sencillas para llenar de energía el cuerpo y alimentar el alma”, de las cuáles, la mayoría, provienen de la cocina de su madre y abuela.
En el libro además, incluye consejos para sentirnos mejor que van más allá del recetario y que se basan en su preferencia por la comida orgánicas y el poder de los alimentos integrales para energizar y sanar el cuerpo. También insiste en el cuidado personal más allá del deporte en donde enfatiza en la importancia de la hidratación, el sueño y otros hábitos como el mindfulness y la meditación para reducir el estrés y aumentar la claridad mental. Habla además sobre cómo cultivar una mentalidad positiva y encontrar propósito y significado en la vida a través del ‘journaling’ y reflexiones para ayudar a los lectores a conectar con su esencia más profunda.
Para todas aquellas que deseen poner en práctica sus consejos, pero todavía no se hayan leído el libro, destacamos ciertos puntos clave con los que sentirnos mejor.
La modelo cuenta que se despierta a las 5am y que lo primero que hace es beber agua tibia con limón, seguido de una meditación y después su entrenamiento. Después desayuna y elige su menú en función del tipo de deporte que haya realizado. "Si he hecho más pesas, comeré huevos revueltos o duros, porque quiero tomar proteínas", cuenta en el libro.
En su día a día, Gisele se centra en comer tres veces. "Solía picar mucho, pero ya no lo hago", contaba en una entrevista al Wall Street Journal y así lo ha plasmado en su libro. Explica que prefiere tres momentos contundentes a estar todo el día comiendo pequeñas cantidades porque así, además de sentirse más saciada, tiene más control de lo que ingiere.
Su menú está basado en vegetales, fruta y proteína animal. De hecho, Gisele come mucha verdura y ‘pequeñas cantidades’ de proteína animal. En ‘Nourish’, narra cómo intentó hacerse vegana y vegetariana, pero que al final no obtuvo los nutrientes suficientes. "Me quedé anémica. Luego me hice crudivegana y me quedé literalmente ‘helada’ todo el tiempo. Estaba azul, mis labios estaban morados en verano". Además le gusta "la comida sencilla, porque todas las salsas y demás dificultan la digestión". De hecho, su objetivo al escribir 'Nourish' era elaborar comidas sencillas para que las mamás pudieran cocinarlas en casa.
Con el paso de los años, ha aprendido a hacer un seguimiento de los orígenes de cada uno de los alimentos que entran en su cocina. "Veo mi cuerpo como un templo. No quiero sentirme perezosa después de comer. No quiero tener dolor de estómago ni estreñimiento. Todo mi objetivo es vivir el mayor tiempo posible viviendo lo mejor que pueda", explicó en una entrevista en la edición americana de Women’s Health.
La modelo considera que el azúcar blanco y los ultraprocesados son veneno y tal y como detalla en el libro, le gusta endulzar los alimentos con miel, sirope de arce o dátiles. Cuando quiere darse un capricho, pica patatas fritas trufadas, helados o una baguette con mantequilla francesa, cuenta. "Todavía a veces lo tomo. Soy humana". En cuanto al alcohol, añade que lo dejó hace un par de años básicamente porque estaba cansada de cómo le nublaba la mente y los dolores de cabeza que le daba.
Una afirmación que parece fácil y que sin embargo se convierte en todo un desafío. Bündchen invita a que reflexionemos y aprendamos a identificar en nuestro cuerpo lo que nos sienta bien y lo que no, solo así nos encontraremos un equilibrio y nos sentiremos realmente en paz.
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