Cada cierto tiempo se pone de moda una etiqueta nueva que intenta explicar los cambios sociales (como la 'sologamia') o, simplemente, capturar una moda. La última es 'plant parent' y, como otras tendencias previas, llega desde Estados Unidos. Su traducción es la de padre o madre planta y está progresivamente conquistando el mundo. El término sigue la estela de los 'pet parents' que se fueron asentando hace unos años, con sus 'perrihijos' y 'gathijos'.
Los protagonistas de la moda son, como en ocasiones anteriores, tanto los millennials como la Generación Z. Un estudio estadounidense de 2020 ya indicaba que 7 de cada 10 personas de entre 25 y 39 años se consideraba 'plant parent', aunque un 67% reconocía que el cuidado de sus plantas era más difícil de lo que esperaba (de media, de hecho, cada una de ellas habían matado a 7 ejemplares).
Desde entonces, han ido hablando del tema medios de Australia a la India, pasando por Reino Unido. Ahora, como apunta un análisis de expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la tendencia también ha llegado a España.
Para estas personas, en cierto modo, las plantas son las nuevas mascotas. Sus casas están llenas de plantas, que tratan con mimo y cuidados y por las que se preocupan. No es solo una cuestión de estética, sino que se vincula a más elementos.
De hecho, este boom de las plantas está muy conectado con la experiencia de la pandemia, cuando aumentó el interés por llenar de verde los hogares. En Reino Unido, las ventas de plantas han subido desde entonces en un 130% y, en España, se notó especialmente en los primeros tiempos de la crisis del coronavirus, cuando también la edad media de compradores de plantas bajó entre 10 y 15 años.
Lo que pasó en medio de la crisis del covid se quedó más allá del final de la crisis sanitaria. Tras la pandemia, explica Sandra Tena, profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, se quedó el conocimiento de cuidar plantas es “un pasatiempo relajante y estimulante” para la Generación Z y la millennial, que “pasaron de verlas como posesiones a apreciarlas como una experiencia en la que el valor se obtiene a través de la interacción y el compromiso".
De hecho, las plantas se conectan con la búsqueda del bienestar. Casi se podría decir que son una más de las prácticas de 'wellness': según los datos que recoge la universidad catalana, el 81% de los 'pet parents' estadounidenses habla del efecto positivo que tienen tanto en la salud física como en la mental. Ahí es donde conecta con los problemas del momento. Como sintetiza una experta en un medio estadounidense, Eliza Blank, las plantas se ven “como un antídoto a esta conectividad insana”, ese mundo hiperconectado y estresante en el que viven las plantas aportan paz.
"Cuidar una planta no es solamente una manera de desarrollar la responsabilidad y el compromiso o un antídoto contra la dinámica de la sociedad de la inmediatez, sino que también permite reconectar con la naturaleza y reducir la ecoansiedad", afirma Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.
Por eso, detrás del 'boom' de los padres y madres de plantas hay algo más. El análisis de la UOC apunta que detrás de los 'plant parents' hay también razones económicas, sociales y estructurales.
No solo la paternidad y la maternidad son más tardías —por razones muchas veces sociales y económicas—, sino que la precariedad lleva a que se tomen ciertas decisiones vitales distintas a las generaciones anteriores, como vivir más tiempo de alquiler, que también impactan en cómo es la vida adulta. “El orden de los acontecimientos está cambiando y esto tiene consecuencias en la conducta", señala Tena en su análisis, conectándolo con la popularidad creciente de términos como 'dog parents', 'cat parents' o, como es el caso, 'plant parents'. En España, las cifras de mascotas han escalado y ya se habla, como recuerda un análisis de RTVE, de familias “multiespecie” en las que se incluyen a perros y gatos.
Incluso, las plantas se ven como una especie de prueba primera para añadir más responsabilidades de la edad adulta. Como le dicen a The Times desde la propia industria de las plantas, un ficus o un poto son la vía más sencilla de probar que son capaces de asumirlas (aunque, quizás, las 7 plantas de media que han matado los 'plant parents' no estarían muy de acuerdo).
Aun así, y antes de caer en la tentación de hacer análisis apocalípticos sobre la emergencia de los 'plant parents' y la sociedad, también hay que recordad que la Generación Millennial no se toma siempre en serio y que en un hashtag compartido en redes sociales cabe también un poco de ironía y de humor.
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¿Es peligroso dormir con plantas? En el anterior vídeo puedes descubrirlo.