Si tienes mascota, lo sabes. A pesar de la responsabilidad que supone cuidar de un animal, el bienestar que conlleva es infinitamente superior al esfuerzo. Y no se trata de casos aislados, sino de una realidad que ha confirmado la ciencia. Una experta de Harvard ha investigado sobre los beneficios para la felicidad de tener mascotas, pero hay muchos más. Descubre por qué te gusta tanto vivir con tu mascota o por qué sobran los motivos para tener una.
Así lo afirma la Doctora Elizabeth Frates, docente adjunta de medicina física y rehabilitación en la Facultad de Medicina de Harvard. Es una cuestión de química, porque solo mirar directamente a los ojos a tu mascota aumenta los niveles de oxitocina, que es la hormona que se asocia con el amor, la confianza y la calma. Por lo tanto, vivir con un perro o un gato e interactuar con ellos es una bomba de felicidad en tu día a día. Pero hay muchos beneficios más.
No es un beneficio cualquiera, sino un gran seguro de vida. Y es que los datos aseguran que vivir con una mascota puede aumentar hasta un 50% las posibilidades de vivir. Y es que todo lo que te aportan está relacionado con la salud, incluyendo el aumento de felicidad del que hablábamos.
Tener un perro implica asumir la responsabilidad de pasearlo varias veces al día, algo que para muchas personas se convierte en una excusa para conocer gente, aún sin pretenderlo. Es cuestión de tiempo que entables conversación con otros dueños de perros o con gente de tu barrio a la que le gusten los animales. Sus peculiaridades, los cuidados, etc., son temas de conversación que terminan por ampliar el círculo social.
La soledad es uno de los grandes males de nuestro siglo y las mascotas nos ayudan a paliarlo. Con una en casa te sientes acompañado y protegido, además de que se termina por establecer una comunicación única entre mascota y dueño. Por eso tantas veces nos referimos a los perros, por ejemplo, como esos compañeros fieles que siempre están a nuestro lado.
La tristeza y la depresión son también grandes males de nuestro tiempo. Sin embargo, diferentes estudios confirman que las personas que conviven con una mascota son menos proclives a experimentar tristeza e, incluso, mejoran si se encuentran en un proceso de depresión cada vez que interactúan con su mascota, juegan con ella o comparten su tiempo.
Tal y como hemos dicho, un perro no perdona varios paseos al día. Y dependiendo de la raza, hay algunos que necesitan pasar mucho tiempo al aire libre para correr y quemar energía. Y con ellos está su dueño, que cada día consigue marcar esos objetivos de salud que consisten en pasear y estar activo. Seguro que si tienes un perro sabes que es más fácil hacer 10.000 pasos al día que si no lo tienes.
Puede que como persona adulta pienses que bastante responsabilidades tienes ya en la vida, y seguramente sea cierto. Pero la responsabilidad que implica cuidar de un animal va ligada a una parte emocional que, no solo te ayuda a cumplir con las obligaciones que implica, sino que te aporta la satisfacción de verle bien cuidado y feliz. Y si tienes hijos, tener una mascota será para ellos tanto una gran compañía como una oportunidad para asumir responsabilidades adaptadas a su edad: ponerles agua y comida cada día, sacarlos a pasear, velar por su bienestar…
También lo afirman numerosos estudios. Al parecer, si tienes una mascota aumentan las probabilidades de tener una buena autoestima. Y esto se aplica tanto en los adultos como en los niños. Los animales de compañía nos ofrecen un amor incondicional y no hacen que nos sintamos juzgados por los pequeños o grandes errores que podamos cometer en el día a día.
El gesto habitual de acariciar a tu mascota encierra un beneficio terapéutico tan positivo como reducir automáticamente tus niveles de estrés y ansiedad. Si tienes un perro o gato, no dudes en acariciarlo cuando le tengas cerca. El mismo efecto puedes obtenerlo jugando con tu mascota, paseando con ella y hasta hablándole.
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