Abrir la persiana tras el sonido del despertador y no ver ni un rayo de sol entrando a través del cristal puede tener consecuencias en tu manera de afrontar el día, y más si no has dormido del todo bien. Es la típica secuencia por las que muchas personas pueden considerar que a partir de ahí tienen 'el día torcido'. Y es que quién no ha pronunciado alguna vez eso de que "con este día de lluvia no apetece nada". Pues más allá de que cuando cae agua a cántaros puede dar más pereza ir al gimnasio o hacer la compra, lo cierto es que esa actitud más 'apagada' se sustenta en una razón científica. La explica el farmacéutico Álvaro Fernández, quien a través de su perfil de TikTok, @farmaceuticofernandez, realiza una labor divulgativa.
Esta actitud más triste durante estos días de lluvia y poca luz natural está relacionada con las hormonas, pero el experto indica que no afecta a todo el mundo por igual. A continuación ofrece la razón basada en el funcionamiento de las hormonas de por qué nos podemos sentir así. "Cuando hay menos luz se empieza a secretar melatonina, una hormona que le indica a tu cuerpo que se tiene que apagar", cuenta Fernández. Esta hormona también está relacionada con la conciliación del sueño, de esta forma tal y cuenta el experto "de esta hormona por la noche hay más, para que te vayas a acostar y por la mañana menos, para que te puedas despertar". Teniendo esto en cuenta resulta lógico que cuando el cuerpo detecta que hay menos sol, segregue esta hormona y nos sintamos con menos energía.
Pero además confluye otro factor que da lugar a este estado de tristeza: la paralización de la producción de serotonina. "Cuando aumentan los niveles de melatonina, disminuyen los niveles de serotonina, la llamada hormona de la felicidad, y si la llaman hormona de la felicidad, por algo será, cuando hay menos, pues estás menos contento", desarrolla el farmacéutico.
Esto no tiene mayor gravedad, pero en la misma publicación de TikTok, el divulgador menciona el trastorno afectivo estacional de patrón invernal, una patología que se da solo en otoño y en invierno. La Clínica Mayo lo describe de la siguiente forma: "Es un tipo de depresión relacionado con los cambios de estación. El trastorno afectivo estacional comienza y finaliza aproximadamente en la misma época cada año. Si eres como la mayoría de las personas con este trastorno afectivo estacional, tus síntomas comienzan en otoño y continúan durante los meses de invierno y, durante este período, tienes menos energía y te sientes de mal humor. Los síntomas suelen desaparecer durante los meses de primavera y verano. Con menor frecuencia, esta afección causa depresión en la época de primavera o al comienzo del verano y desaparece durante los meses de otoño e invierno".
Desde Quirón Salud apuntan que hasta un 10% de la población sufre este trastorno. Y tal como explica Álvaro en su vídeo, no todas las personas tienen las mismas posibilidades de sufrirlo. "El riesgo de padecer estos trastornos no se da igual en todas las personas, sino que aquellas con predisposición genética a trastornos de ansiedad y depresión pueden ser particularmente sensibles a los cambios estacionales", cuentan desde el citado centro.
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