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El hábito de posponer el despertador es perjudicial para la salud, según un estudio

Podría decirse que hay dos grupos de personas: los que saltan de la cama en cuanto escuchan el despertador y los que necesitan poner el repetidor al menos una vez. Madrugar no es una tarea fácil para muchos y cada cual busca la forma de hacerlo de la manera más agradable posible. Pero, según un estudio, posponer el despertador es perjudicial para la salud, así que si ese es tu hábito matinal, puede que haya llegado el momento de cambiarlo. 

Los ciclos del sueño

Cuando duermes 8 horas seguidas por la noche, en realidad estás teniendo hasta entre cuatro y seis ciclos diferentes de sueño. Cada uno de estos ciclos dura aproximadamente 90 minutos, durante los cuales tienen lugar las cinco fases del sueño: 

  • Fase de adormecimiento: dura unos diez minutos y es una transición entre estar despiertos y lograr dormirnos.
  • Fase de sueño ligero: ocupa la mitad del ciclo y en ella el cuerpo va desconectando del entorno y ralentizando la respiración y el ritmo cardíaco.
  • Fase de transición: dura un par de minutos, durante los cuales nos encontramos en un estado de relajación profunda.
  • Fase de sueño profundo: es la etapa más importante de todas, dura el 20% del ciclo y determina la calidad de nuestro descanso.
  • Fase REM: dura entre 15 y 30 minutos y es una fase de gran actividad cerebral en la que hay movimiento de los globos oculares y en la que soñamos.

Qué ocurre con el ciclo del suelo al posponer el despertador 

Para obtener un descanso óptimo y reparador, lo ideal es que a lo largo de la noche experimentemos varios ciclos del sueño y que se produzcan sin interrupciones. Es cierto que es difícil calcular en qué fase nos encontramos cuando suena el despertador, pero si en ese momento consigues despejarte para afrontar el día, lo harás con la sensación de haber descansado correctamente durante la noche. 

En cambio, si pospones el despertador, habrás interrumpido el descanso para volver a reiniciarlo y, en cuestión de pocos minutos, volver a interrumpirlo. Estas interrupciones seguidas, según un estudio realizado en la Universidad de Notre Dame, provocan un malestar aún mayor que tener que levantarnos con la primer alarma. Al parecer, puede ser la causa de que nos sintamos somnolientos durante el día, aturdidos o con dificultad para concentrarnos. 

Cómo evitar posponer el despertador

 Sabemos que no resulta sencillo levantarte con el primer sonido del despertador pero, como ves, es la mejor manera de evitar la somnolencia y el malestar a lo largo del día. La clave para conseguirlo es mantener una correcta higiene del sueño, es decir, dormir 8 horas cada noche y sin interrupciones. Para lograrlo, establece tu hora de ir a la cama teniendo en cuenta este cálculo, evita mirar el móvil o el ordenador desde dos horas antes, no tomes cenas copiosas y, si te supone un verdadero problema caer en los brazos de Morfeo, no dudes en consultar con tu médico o un especialista en descanso.

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