Muy especiales y diferentes. Así están siendo las vacaciones de este año de Elena Tablada. La llegada de Camila lo ha cambiado todo y este verano la diseñadora está renunciando a algunos de los placeres de las vacaciones por su pequeña. "¡Como cambian las cosas! Este verano no he tenido un momento aún de tumbarme a tomar el sol, nadar en el mar hasta cansarme, salir a caminar en las mañanas o ponerme tacones..."
Y es que, el papel de madre es, sin duda, el más importante en la vida de la expareja de Bisbal, que vive volcada en sus dos hijas. "Si con una no podía tener la mente tranquila, se suma esta bbsita y mi vida solo gira en torno a ellas. Mis baños en el mar se han convertido en baños en bañera portátil!", ha escrito junto a una tierna instantánea en la que la vemos bañando a su bebé en la cubierta del barco.
Su vida son Ella y Camila y estos pequeños sacrificios no tienen la menor importancia para la diseñadora, que ya se atreve a augurar que llegará un día en el que eche de menos estos momentos tan únicos e inolvidables que está viviendo este verano con la benjamina de la familia. "Aún así, no puedo ser más feliz, cuando crezcan ya no tendré a quien poner en remojo!"
Que estas vacaciones iban a ser diferentes a las anteriores lo supo desde el minuto uno. La diseñadora relataba hace unas semanas cómo fue el inicio de estas vacaciones. Y es que decidió viajar ella sola con sus dos niñas. Y claro, no fue nada fácil. El carrito, los chupetes, la mantita, todas las cosas necesarias para la bebé...
Si a todo esto le añades la mascarilla y estar pendiente de otra niña... El resultado es toda una aventura en el aeropuerto. "¡Madre mía, se me había olvidado lo que era viajar con un bebé! Y bueno, ya no quiero contar el momento mascarilla, que te ahogas todo el rato, no te la puedes quitar ni un minuto."
Elena Tablada dio a luz hace casi cuatro meses a su segunda hija. La pequeña Camila llegaba al mundo el pasado 21 de abril, en pleno confinamiento. Desde ese día mucho se ha hablado sobre la recuperación de la diseñadora, que no ha dudado en mostrar cómo está su cuerpo y cómo evoluciona tras dar a luz.
"Los años no pasan en balde", decía haciendo referencia a que, diez años después de tener a Ella Bisbal su cuerpo estaba reaccionando de una forma diferente y estaba tardando más en recuperarse, lo que no ha supuesto ningún problema para mostrar, muy orgullosa, su nuevo físico.