Consumido con moderación, el queso es un alimento que contiene propiedades interesantes para nuestra dieta. Es una importante fuente de calcio, indispensable para mantener nuestros huesos sanos, y de vitaminas A y D, que ayudan a fijar ese calcio. También aporta proteína de alto valor biológico, como el resto de los lácteos. Pero, sobre todo, es delicioso y muy versátil.

De hecho, es uno de los productos más consumido en los países del Mediterráneo: Francia, España o Italia concentran un gran número de quesos de fama internacional. De hecho, uno de los quesos italianos más consumidos en el mundo es el grana padano. Muchos cocineros integran este queso, habitualmente rallándolo o en forma de escamas, a muchos platos, y por eso mismo el grana padano de Lidl es uno de sus favoritos.

Se trata de un queso con denominación de origen de pasta dura y semigraso y procedente de vacas de pasto. Su nombre viene de su característica textura granulosa (“grana”) y de su procedencia, la llanura padana, en el norte de Italia. Es un queso seco, cuya forma de presentación puede venir en cuña (para que tú lo manipules como quieras) o, para simplificarte la vida, en forma de escamas o rallado. Su sabor intenso y algo picante no pasa desapercibido y es capaz de convertir cualquier receta anodina en un platazo de diez.

Si eres fan de la cocina italiana, estás de suerte. Lidl tiene un queso rallado Grana Padano por 2,39 euros que enriquecerá tus recetas y hará las delicias de los tuyos. Se puede utilizar en todo tipo de platos, desde entrantes o ensaladas a platos principales e incluso como postre en helados o tartas de queso.

Estas son algunas de las propuestas para integrar este queso rallado de Lidl:

En un risotto:

El grana padano es ideal para preparar risotto. Te mostramos la receta básica del risotto que podrás variar a tu gusto añadiendo ingredientes extra como setas, verduras o gambas, por ejemplo. 

Ingredientes que necesitarás: una cucharada de aceite de oliva virgen extra, una taza y media de arroz de tipo arborio, media cebolla finamente cortada en cubitos, cuatro tazas de caldo de pollo o de verduras, una cucharada de mantequilla sin sal (opcional) y tres o cuatro cucharadas de queso Grana Padano (más un extra para espolvorear antes de servir).

Lleva a ebullición el caldo. Mientras, en una sartén con aceite de oliva, pocha la cebolla hasta que esté transparente. Echa el arroz y cocina durante un minuto aproximadamente. Agrega un cucharón de caldo caliente al arroz y mueve hasta que se absorba por completo.

En este momento, puedes añadir algún ingrediente de tu elección y continúa echando caldo hasta que el arroz esté al dente y cremoso. Añade el Grana Padano, la mantequilla y el último cucharón de caldo, y remueve hasta integrar. Retira del fuego y deja que repose durante unos minutos. Sirve con grana padano rallado por encima.

¿A que no sabías que el grana padano queda espectacular en una pizza? En la de cuatro quesos está delicioso. 

Si te gusta este plato de carne, prueba a espolvorear grana padano sobre las láminas de carne de ternera cruda junto a un poco de aceite de oliva virgen extra y verás qué rico. 

No renuncies a comer sano sin perder el sabor y agrega como topping el grana padano rallado en tu ensalada. La ventaja de este formato de queso es que, con solo un poco, aportará un plus de gusto a cualquier mix vegetal.

Su sabor intenso combina a la perfección con frutas como granada, manzana o aguacate, y con frutos secos o semillas. También lo vas a adorar con tomate seco en aceite, o con alcaparras y aceitunas. Las opciones son infinitas: solo tendrás que echar a volar la imaginación.

Si te gusta la tarta de queso tipo La Viña, con esa textura cremosa, prueba a darle un toque especial cambiando 70 u 80 gramos de queso crema por queso grana padano, o simplemente agregándolos. ¡Increíble!

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