Neil Pasricha es un gurú de Harvard experto en bienestar y felicidad. Tiene diez libros publicados que son todo un éxito de ventas y en los que propone estrategias para desarrollar la gratitud y la resiliencia, además del cambio de hábitos para mejorar nuestro estilo de vida. Su primer libro, The Book of Awesome, estaba basado en su propio blog, 1000 Awesome Things, que recibió más de 100 millones de visitas y le llevó a ganar dos veces el premio de la Academia Internacional de Artes y Ciencias Digitales al “Mejor Blog del Mundo”. De entre todas sus propuestas, el hábito de dos minutos para ser más feliz es uno de los más famosos y aplaudidos. Es muy sencillo y puede cambiar la forma en la que vives y afrontas tu día a día.
Una de las intenciones de Neil Pasricha como divulgador es que adquiramos herramientas que nos permitan afrontar la vida de una manera positiva. En su libro Two Minute Evenings, propone un sistema que él mismo realiza cada mañana y afirma que su eficacia tiene evidencia científica. Lo llama Rose, Thorn, Bud (Rosa, Espina, Brote) y si empiezas a practicarlo hoy mismo, puedes notar los resultados en solo diez semanas. Pasricha asegura que ponerlo en práctica “es como pasar un paño húmedo por la pizarra de mi mente. Me ayuda a conectar, compartir y reflexionar”. Te lo explicamos paso a paso.
Neil Pasricha recomienda utilizar este método al despertar cada mañana, antes de levantarte de la cama o de consultar el móvil para preparar el cerebro para afrontar el día. También puedes hacerlo al final de la jornada, antes de ir a dormir. La rosa, el primer paso, es el agradecimiento, es pensar en algo bueno que te haya pasado en el día y por lo que estás agradecida. No tiene que ser algo excepcional, sino más bien ligado a la cotidianidad: una conversación agradable, algo bien resuelto en el trabajo, haber encontrado tiempo para ti…Apunta al menos dos cosas, ya que la gratitud, según los científicos, repercute en nuestro bienestar físico y emocional.
Tenemos que asumir que a lo largo del día nos van a pasar cosas buenas, y de ahí la gratitud, pero también cosas que podríamos decir malas. Y no pasa nada. Reconocerlas y anotarlas nos ayuda a afrontar la realidad, sin victimismo, Es necesario darnos un espacio para procesar los malos momentos vividos y escribirlos es una manera de evidenciarlos y, al mismo tiempo, dejarlos correr. De esta forma, en lugar de transformarse en un estrés que se acumula en nuestro cuerpo, liberamos esa sensación y podemos relajarnos al finalizar el día.
El brote es aquello que esperamos que florezca en nuestra vida, el pensamiento que nos ilusiona, aquello que va a ocurrir o queremos que ocurra. No hay dos días iguales, y es importante saber qué es lo que hace a cada uno diferente, algo que sabemos que va a pasar y es esa pequeña o gran alegría que marca la diferencia. Puede que hayas quedado para almorzar con alguna amiga o sepas que por la noche vas a ver tu serie favorita. Apúntalo también y habrás completado el ejercicio. Si eres constante, verás la vida con agradecimiento e ilusión. Es decir, te sentirás más feliz.
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