Los planes en familia pueden ser un poco complicados de escoger, porque tienen que ser, como su nombre indica, para toda la familia, que consiga captar el interés de los más peques de la casa, pero también de los adultos. En estos casos hay varias opciones, pero una con la que es imposible fallar, es hacer una escapada a la naturaleza.
El aire libre es ideal para todos, porque aporta un nuevo punto de vista, sobre todo si habitualmente se vive en la ciudad. Permite respirar aire más limpio, hacer un poco de ejercicio y descubrir un montón de cosas nuevas, que podemos después comentar y ampliar a lo largo del día, haciendo que se convierta en toda una aventura para todos.
Las plantas, los animales… todo capta la atención de los más pequeños, pero además hay lugares que están pensados para multiplicar esto, espacios diseñados para esconder pequeños secretos que hagan que el camino esté lleno de cosas por descubrir, haciendo que el cansancio ni siquiera se note hasta terminar la ruta y sea hora de volver a casa. Es lo que sucede a quienes visitan el bosque pintado de Poblet.
Este espacio es ideal todo el año, pero en otoño vive su esplendor, pues alberga una gran variedad de setas, por lo que se puede añadir un extra a la excursión. Eso sí, no es buena idea comerse todo lo que se recoja sin antes estar completamente convencido de que las setas no suponen un peligro, también es buena idea investigar un poco cuál es el mejor sistema para cortarlas sin dañar su ecosistema.
Si no, siempre es buena idea para entretener a los más pequeños, jugar a encontrarlas, pero sin cogerlas, aunque encontrar una forma de que se entretengan no es demasiado necesario en este lugar, porque el artista Genís Collel ya se encargó de eso al pintar algunos árboles a lo largo del recorrido.
Las obras de este artista pueden verse al caminar y observar los árboles desde un punto concreto, creando varias ilusiones ópticas, retratos de algunas de las variedades de setas que se pueden encontrar en este espacio, por lo que encontrar en el mundo real las que podemos ver en los troncos de los árboles puede ser otra estupenda manera de evitar que el aburrimiento se convierta en cansancio.
Existen dos opciones de ruta (la más corta de unos tres kilómetros y la otra del doble) y en ambas se pueden ver las seis obras que forman esta exposición al aire libre. El resultado es una divertida escapada en la que toda la familia puede disfrutar de la experiencia, buscar y encontrar la mejor posición para ver las pinturas y aprender un poco más sobre las setas de la zona.
Una excursión ideal para quienes vivan cerca de esta zona de Tarragona, pero también para quienes se encuentren allí de escapada y quieran disfrutar de la naturaleza y hacer una experiencia divertida para todos.
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