En un momento en el que todos los ojos del mundo están mirando al Vaticano debido a la muerte del papa Francisco, comienzan a desgranarse algunos aspectos de su biografía, desde los más vibrantes hasta los más curiosos. Durante su pontificado no llegó a visitar España, pero ¿y si te decimos que vivió en nuestro país durante cerca de un año? Exactamente, en un municipio de la comunidad de Madrid lleno de historia y patrimonio.
Remontémonos a los años de juventud de Jorge Mario Bergoglio. Había ingresado con apenas 20 años en la Compañía de Jesús y, en ese proceso espiritual durante su noviciado tuvo que realizar lo que entre los jesuitas se conoce como “tercera probación”, es decir, la última prueba para formar parte de esta orden. La tercera probación la realizó en Alcalá de Henares, un municipio a poco más de 40 km de Madrid, al este de la capital. Se trata de una ciudad realmente interesante, con un pasado histórico que ha dejado huella en sus calles y monumentos. Te contamos qué visitar en el municipio en el que el último papa cumplió 33 años.
En 1998, la Unesco declaró la ciudad de Alcalá de Henares Patrimonio de la Humanidad, y es que esta ciudad de más de 200.000 habitantes concentra una enorme cantidad de patrimonio histórico y artístico, pero también y sobre todo fue uno de los enclaves culturales más importantes de la historia mundial, en especial durante los siglos XVI y XVII gracias, en gran parte, a su universidad.
La Universidad de Alcalá de Henares es un verdadero símbolo de la ciudad, y una de las primeras de nuestro país. Fundada en 1499 por el cardenal Cisneros, por sus aulas han pasado desde Quevedo o Calderón de la Barca hasta Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús a la que perteneció el papa Francisco. De hecho, era esta (y no la que hoy se extiende por Madrid capital, que recoge su testigo y toma su nombre) la auténtica Universidad Complutense, ya que “complutense” es uno de los gentilicios del municipio.
Por tanto, si vas a Alcalá de Henares te diríamos que su antigua universidad es lo primero que deberías visitar. Además de pasear por donde lo hicieron los grandes autores del Siglo de Oro, entre muchos otros, vas a ver una verdadera joya del Renacimiento, que conjuga elementos de este estilo con el gótico, el plateresco y el mudéjar. Una auténtica delicia para los amantes de la arquitectura. Una curiosidad: en su paraninfo se entregan, desde 1977, los premios Cervantes. ¿Y qué tiene que ver aquí Cervantes? Te lo contamos a continuación.
Pues nada más y nada menos que porque aquí nació Miguel de Cervantes, el literato más importante que ha alumbrado nuestro país. En el lugar en el que se ubicó su casa se erige hoy el Museo Casa Natal de Cervantes que, como ya habrás podido intuir, no es su hogar original, sino una réplica del mismo. Frente a la casa puedes ver las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza, los dos personajes más famosos de la historia de nuestra literatura.
En la plaza que hoy lleva su nombre, Cervantes, y donde podemos ver una estatua erigida en su honor, se alza el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, uno de los más antiguos que se conservan en España y también en Europa. A pocos minutos caminando llegamos a la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor, que Miguel de Cervantes pudo ver en su plenitud, ya que se terminó de construir unos años antes de que él naciera. Se trata de un edificio austero pero imponente, que también ordenó construir el cardenal Cisneros y que se encuadra entre el gótico y el Renacimiento.
No hay que dejar pasar la calle Mayor, cuyo empedrado y galerías características de la Edad Media aún se dejan sentir, aunque con las lógicas modificaciones. También merece la pena pasar por la Capilla del Oidor, en cuyo interior se encuentra la pila bautismal en la que bautizaron a Cervantes, o la Torre de Santa María, desde la que podemos divisar la ciudad después de subir sus más de cien escalones.
Y, ya en las afueras, no debemos perdernos el yacimiento de Complutum, nombre que recibió la antigua ciudad romana que fue fundada en el siglo I a. C. y que alcanzó su esplendor en el III d. C. Pero hay mucho más: el convento de San Bernardo, del siglo XVII; el Hospital de Antezana, del siglo XV; la muralla de la ciudad, del siglo XIV; el palacio arzobispal, construido entre los siglos XIII y XVI… Alcalá de Henares bien merece un día o dos de intensa visita turística. ¿Te apuntas?
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail.