Muchas mujeres observan que su pared abdominal ha sufrido cambios después de dar a luz. Los músculos verticales de la pared abdominal, los conocidos como músculos rectos, se separan durante la gestación para dejar espacio al útero, que se expande cada vez más para dar cabida al bebé, provocando lo que se conoce como diástasis abdominal. Este no es solamente un problema estético, ya que provoca un desplazamiento de los órganos internos que podría traducirse en problemas digestivos, molestias en la zona lumbar y debilidad en el suelo pélvico.
María Castro visibiliza la cara b de la maternidad como nadie. Se define como “mami a tiempo completo”, además de actriz, y a través de sus redes ha conseguido formar una familia virtual de más de setecientas mil personas que consumen con gran interés su contenido. Recetas, cuentos infantiles, juegos educativos, viajes y la realidad del postparto son solo algunos de los temas que trata a diario. Precisamente de esto último trata su último post, donde ha actualizado cómo se encuentra con el problema mencionado al principio de esta noticia.
“Me seguís preguntando por la diástasis y quiero que veáis que sigue estando ahí ¿Lo veis que me entran los dedos? Por mucho que he trabajado... ha mejorado mucho, pero estoy por ponerla nombre”, se grababa introduciendo parte de su mano en esta parte del cuerpo para demostrar sus palabras. No es la única, Ariadna Artiles, por ejemplo, también lo padece desde que dio a luz a las gemelas.
A raíz de esta grabación, muchas seguidoras agradecían a la actriz que tratara con naturalidad este asunto y compartían con ella sus “recuerdos post embarazo”. “Gracias a las que me leéis por sumaros a compartir y normalizar cómo el cuerpo cambia, se adapta y se transforma (a veces sin retorno) después de generar magia y dar vida”, se emocionaba con las palabras de sus fans.
“Ojalá se ocultase, y se disimulase más”, le gustaría a María, que, al contrario de aquellos que creen que es una “imperfección”, ella ve en esta zona de su cuerpo “naturalidad, realidad y un engranaje perfecto al que no dejo de dar las gracias. Gracias CUERPO. Y gracias también a vosotras, porque leyéndolos, me siento acompañada, empoderada, real, y en cierto modo me siento mágica”.
“A mí se me ha quedado en la parte baja del ombligo, pero me da igual porque tengo a mis dos hijos que son lo mejor que me ha pasado en esta vida”, entienden a Castro cuando habla de “la magia de la vida”. “¡Qué grande María! Te aplaudo por tu naturalidad y por visibilizar la belleza de la imperfección”, era otro de los mensajes que dejaban en este post a la intérprete, a quien hacían saber que “no está sola” en esto.