Cuando vamos a tener un hijo y llega el momento del parto es normal que nos preguntemos qué prendas vamos a necesitar realmente y cuáles no. Con estas preferencias lo que haremos será organizar la bolsita del hospital, que no deberá pecar de exceso. Así, por ejemplo, una de las mayores cuestiones es qué ropita le hará falta al recién nacido una vez que ha salido del centro.
Para hacer la maletita del bebé deberás pensar en cuáles son sus necesidades. Lo mejor será que lleve unos cuatro o cinco bodies, unos juegos de patucos, unos pijamas, unos baberos, dos pares de manoplas, dos gorritos, una mantita, unos 20 pañales de talla 0, toallitas húmedas, bálsamo para el culito, un conjunto de ropa, un neceser con productos de limpieza y un kit de tijeras.
A la hora de vestirlo, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el pequeño vivirá una serie de cambios de temperatura para los que tendrá que estar protegido. Así, por ejemplo, debemos saber que en el vientre materno estará de lo más calentito, pero cuando salga al exterior podrá experimentar más frío. Además, será muy importante tener en cuenta la estación en la que nos encontramos. Es por eso que si es invierno, lo más importante será vestir al pequeño con un body de manga larga, un trajecito y unos calcetines. También, podrás incluir un gorrito que le protegerá la cabeza y las orejas.
En el caso de que el bebé nazca en verano siempre podrás decantarte por un body de manga corta o tirantes, una prenda de algodón y unos calcetines. En el caso de que veas que puede refrescar o incluso si hace mucho calor, lo mejor será que optes por una toquilla; de esta manera, el pequeño no pasará ni frío ni calor en exceso.
Una vez que ya tienes claro cómo hay que vestirle deberás saber que será importante que el pequeño haya comido antes de salir de la habitación. También, deberás cambiarle el pañal. De esta manera, el bebé se sentirá más cómodo y, sobre todo, se quejará menos. Además, lo más recomendable es que salga en un portabebés, aunque también podrá salir en brazos.