Los bebés que nacen antes de la semana 37 de gestación se consideran prematuros. Al nacer antes de tiempo, presentan complicaciones de salud, ya que no han madurado todo lo que era necesario dentro del útero de su madre. La dificultad para iniciar la lactancia materna en los bebés prematuros es frecuente. Te contamos por qué y qué se puede hacer al respecto.
Están más que demostrados los beneficios que tiene la leche materna en los recién nacidos cuando el embarazo ha llegado a término. Su poder nutritivo, lo digerible que es y cómo puede proteger a los bebés de enfermedades e infecciones, son los puntos fuertes para que la lactancia materna exclusiva sea respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos durante los seis primeros meses de vida.
En el caso de los bebés prematuros, la leche materna es aún más importante y beneficiosa, ya que su sistema digestivo no ha madurado lo suficiente y esta leche es más fácil de digerir. Además, son bebés en los que aumenta el riesgo de padecer enfermedades, por lo que la leche materna supone una dosis extra de defensas para prevenirlas. Pero, sobre todo, a través de la leche materna pueden recibir nutrientes esenciales que deberían haberles llegado estando en el útero y que son claves para su correcto desarrollo. Lo que ocurre es que los bebés prematuros suelen encontrar dificultades para iniciar la lactancia materna.
Cuando un bebé nace a término y sin complicaciones, se puede iniciar la lactancia materna enseguida. Pero los bebés prematuros no pueden quedarse junto a la madre, ya que deben estar bajo constante observación médica en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Además, aunque pudieran estar junto a su madre, estos bebés presentan dificultades para coordinar la succión, la deglución y la respiración, que son necesarias para que pueda comenzar a mamar del pecho.
Si tu bebé se encuentra débil para agarrarse al pecho e iniciar la lactancia materna, los médicos pueden introducir un tubo para alimentarle, ya sea a través de la nariz o de la boca. Y cuando esté preparado, podrá comenzar a comer de tu pecho. Te recomendarán que, durante ese tiempo, te saques leche para poder alimentarle y para que no descienda tu productividad de leche. Si hubiera cualquier inconveniente, pueden alimentarle con la que tengan almacenada en un banco de leche materna.