Tras el parto, es lógico que la madre quiera recuperarse físicamente. Por un lado, ver cómo poco a poco vuelve a aparecer la figura que se tenía antes del embarazo es muy motivador. Y, por supuesto, una buena recuperación física es esencial para evitar molestias y complicaciones. Dependiendo de cómo haya sido el parto y la evolución posterior, se puede empezar a hacer ejercicio físico de manera gradual y con el asesoramiento del médico. En este proceso de recuperación, se han hecho muy populares los hipopresivos en el postparto, pero no son recomendables en todos los casos. Te contamos cuáles son los beneficios de este tipo de abdominales y cuándo no deben realizarse.
Mientras que los abdominales convencionales están completamente contraindicados en el postparto, los hipopresivos están recomendados en casi todos los casos. Estos son sus beneficios:
Aunque tienen fama de que se pueden practicar en todos los casos, hay excepciones en las que está contraindicado realizar gimnasia abdominal hipopresiva. Lo primero que debemos hacer tras el parto, antes de realizar ningún tipo de ejercicio físico, incluyendo los hipopresivos, es consultar a nuestro ginecólogo o matrona. Ellos harán una valoración del estado de nuestro suelo pélvico y podrán determinar si es recomendable o no practicarlos.
También nos dirán cuándo es el mejor momento para empezar, ya que después de un parto vaginal habría que esperar seis semanas. Si el parto ha sido por cesárea, deben pasar al menos ocho semanas. Por otro lado, no se recomienda practicar hipopresivos cuando se tiene la tensión arterial alta, ni cuando tras el parto se ha producido una diástasis abdominal muy profunda.