Hacerse un piercing en el ombligo cuando sabes que estás embarazada no es nada recomendable. Pero es posible que ya lo tuvieras con anterioridad, porque es una tendencia estética que, además de ser muy antigua, parece no pasar nunca de moda. Si es tu caso, es muy posible que te estés preguntando si llevar un piercing en el ombligo durante el embarazo conlleva riesgos. Te lo contamos.
Esto es, sin duda, ya lo habrás pensado. La barriga crece muchísimo durante el embarazo por lo que el piercing que llevas dejará de servirte en cuestión de pocos meses. Además de que el piercing se quedará pequeño, lo más probable es que te moleste, aunque ya estuvieras acostumbrada a él. Al estirarse la piel, esta está más sensible, y es normal que la tirantez que sientas haga que te lo quites más pronto que tarde.
El ombligo de por sí es una zona delicada en lo que a higiene se refiere. Sus pliegues y forma hacen que sea una parte propensa a acumular microorganismos y células muertas. Sin estar embarazada, ya debes estar atenta y llevar una buena higiene de la zona, manteniéndola siempre limpia y desinfectada. Y durante el embarazo hay que extremar las medidas de higiene para evitar cualquier riesgo de infección.
Con el embarazo avanzado, cualquier mujer puede tener complicaciones que conlleven una cesárea de urgencia. En ese caso, tener un piercing en el ombligo no va a ser de ninguna ayuda, sino más bien un estorbo que hará que los médicos pierdan tiempo. Por eso lo más probable es que tu propio ginecólogo te pida que te lo quites, por lo menos en los últimos meses de embarazo, cuando el parto es más inminente.
Mantener el piercing mientras la barriga crece puede provocar un desgarro en la piel. Y esta ya sufre mucho durante el embarazo, por lo que es habitual que luego queden estrías o hiperpigmentación. Si, además, añades una cicatriz por la herida del piercing, puede que tu abdomen no recupere su aspecto después del parto.
Ya sabes que las creencias populares sobre el embarazo circulan sin control, así que todo lo que no nos diga el médico debe ponerse en entredicho. En lo referente al piercing en el ombligo durante el embarazo, hay quienes dicen que se corre el riesgo de que dañe al bebé o se clave en el útero. Nada de eso es cierto. En cambio, sí lo es el riesgo de infección, las posibles molestias en la piel o que se puede producir un desgarro.