Los baños en playas y piscinas son la actividad más refrescante del verano, sobre todo para los niños. Garantizar que estos baños sean seguros es la gran prioridad de los padres, sobre todo cuando sus hijos aún no nadan solos. Algunos sistemas de flotación crean una falsa imagen de seguridad, como por ejemplo los manguitos o los flotadores, aunque estos últimos se usan por suerte cada vez menos. En cambio, los primeros siguen siendo una de las opciones preferidas de los padres para que sus hijos estés a salvo dentro del agua, por lo que es importante que sepas por qué no deben usar manguitos los niños que no saben nadar y se deben elegir opciones más seguras.
La razón es muy sencilla y, de hecho, este verano se ha hecho viral un vídeo en el que se veía con claridad el gran peligro que supone que un niño que no sabe nadar se lance al agua sin manguitos. Por muy sujetos que parezcan estar, pueden salirse del brazo del pequeño con cualquier movimiento.
En este caso en concreto, se veía como el niño perdía ambos manguitos al ser lanzado al agua y tener los brazos levantados. Si el niño sabe nadar y el manguito es solo un refuerzo, se puede actuar a tiempo, pero si no sabe le habremos puesto en riesgo.
Si los manguitos son hinchables, pueden pincharse y perder su capacidad de flotación, dejando al niño indefenso. Por lo tanto, no es la mejor opción, a menos que el niño esté en una piscina en la que el agua no le cubra y, por supuesto, siempre bajo la atenta vigilancia de un adulto.
La única opción realmente segura son los chalecos de flotación. La recomendación es utilizar un chaleco homologado y de la talla del niño para que cumpla con sus funciones. Este tipo de chalecos permiten la movilidad de brazos y piernas, al mismo tiempo que aseguran que se mantenga una postura con las vías aéreas fuera del agua si el niño pierde la consciencia.
Independientemente del sistema de flotación que usen tus hijos, la principal medida de seguridad es no quitarles el ojo en ningún momento y no permitir que se bañen en aguas que supongan un peligro. Además, lo más conveniente es que aprendan a nadar lo antes posible, para que puedan defenderse por sí mismo dentro del agua y disfrutar plenamente de sus baños, manteniendo siempre las medidas de precaución.