Seis cosas que debes saber antes de dejar a tu hijo en la guardería el primer día

Septiembre es el mes en el que comienza el curso escolar y, para muchos niños, supone el inicio de la guardería. Si este es el primer año que tu hijo va a la escuela infantil seguramente está tú más nerviosa que él. Y es lógico, porque para él supone un cambio que aún no puede anticipar, pero tú ya sabes que implica y es inevitable que te surjan todo tipo de dudas y cuestiones. Respira hondo y confía en que todo va a ir bien y presta a atención a las cosas que debes saber antes de dejar a tu hijo en la guardería el primer día y que serán muy útiles para los dos. 

Va a llorar

Esto es posiblemente lo más duro, lo que vas a desear con todas tus fuerzas que no ocurra, pero que, casi con total seguridad, va a pasar. Hay niños que no lloran el primer día, por las expectación, pero lo hacen el segundo día que la novedad ha desaparecido. No es fácil de encajar, pero es importante tener presente que el llanto de tu hijo no es un indicador de que “sufra” en la guardería. De hecho, lo más habitual es que deje de llorar en el momento en el que te hayas ido. Infórmate de cómo es el periodo de adaptación de la guardería que has elegido, si van a dejarte estar con él al principio y, sobre todo, confía en que va a estar bien y que esos llantos desaparecerán el día menos pensado. 

Se va a contagiar de (muchos) virus

No es una leyenda urbana, sino una realidad: los niños empiezan a ponerse malitos en cuanto llegan a la guardería. Su sistema inmunitario es débil y no memoriza los virus de los que se contagia, por lo que en cuanto vuelven a circular a su alrededor, vuelve a contagiarse. Tenlo presente para ser previsora, ya que más de un día no podrá ir a la guardería y necesitará quedarse en casa con alguien que lo cuide. 

No tendrás el control de todo

Es un gran cambio pasar de saber qué hace tu bebé las 24 horas del día, todos los días, a de repente perderle de vista varias horas seguidas. La única solución que existe para que no vivas angustiada y preocupada es que asumas lo antes posible esta nueva realidad y confíes en los profesionales que van a a hacerse cargo de tu hijo. Además, poco a poco verás como la información que te van dando acerca de cómo ha pasado el día te resulta fiable y te ayuda a estar más tranquila.

Dejará de ir impecable

Y eso no es malo. Piensa que tu hijo necesita ropa cómoda para la guardería y que sea fácil de poner y quitar para que puedan cambiarle con comodidad cada vez que sea necesario. Además, se va a manchar con la comida, con las pinturas, se rasgará la ropa gateando o aprendiendo a caminar… Así que reserva los conjuntos más monos que tengas para él para el fin de semana. 

Perderá sus cosas

Seguro que le has preparado con mucho mimo una mochilita con ropa de repuesto, crema para el pañal y algún juguete. Y todo, por supuesto, va perfectamente marcado con su nombre y apellidos. Eso ayudará, pero no será ninguna garantía y lo más posible es que en algún momento pierda algo. 

Llegará con algún golpe o arañazo

Que esto ocurra es completamente normal. Tu hijo cada vez se va a mover más y, además, va a interactuar con otros niños, así que es ley de vida que en algún momento tropiece o que tenga algún encontronazo con otro niño. Vívelo con la mayor calma posible, porque esto no ha hecho más que empezar.