A mi hijo no le han invitado a una fiesta de cumpleaños y se siente mal por ello: ¿cómo puedo ayudarle?

A partir de los 4 o 5 años, los cumpleaños dejan de ser esas fiestas en las que parecen disfrutar más los padres que los niños. Conforme se hacen mayores, los niños empiezan a apreciar el significado que tiene una celebración así y lo que significa estar invitado y poder formar parte de ella. El problema está cuando no invitan a tu hijo a un cumpleaños y se siente mal por ello. Sin duda querrás acertar con tus palabras para que no sufra o se sienta desplazado. 

Los niños gestionan sus emociones de manera diferente a como lo hacemos los adultos, y no estar invitado a una fiesta de cumpleaños puede hacer que se sientan rechazados y muestren enfado o tristeza, incluso llanto. Toma nota de estos consejos para ayudarle a asumir la situación y a que se sienta mejor. 

No lo tomes como algo personal

La realidad es que muchas veces a los adultos nos sienta peor que a nuestros hijos que no hayan sido invitados a un cumpleaños. Si es así como te sientes, es mejor que lo disimules muy bien porque no estarás ayudando en nada a tu hijo. Incluso si eres de las que organizas fiestas e invitas a toda la clase, debes respetar que otros padres no hagan lo mismo. La misma importancia que le des tú al asunto será la que terminará por darle tu hijo más pronto que tarde. Si no criticas a los otros padres, le estarás enseñando una manera positiva de gestionar las emociones. 

Muestra empatía

Una cosa es que no le des importancia y otra muy distinta ningunear cómo se siente tu hijo. Escúchale y ayúdale a expresar sus emociones, porque es lógico que se sienta triste y confundido. Pregúntale de quién es el cumpleaños, quiénes están invitados y a quién quiere invitar él cuando sea su fiesta. Aprovecha estas preguntas y sus respuestas para ayudarle a entender los diferentes vínculos de amistad que se establecen con los amigos, que seguramente él también tiene a algunos niños que considera sus mejores amigos, y que es normal que no se invite a todos. 

¿Y si la situación se repite?

No es lo mismo que no inviten a tu hijo a un cumpleaños que ver que esa situación se da de manera recurrente. Si nunca invitan a tu hijo a ninguna fiesta, entonces es conveniente dar otros pasos. Habla con tu hijo, en función de su edad, para saber cómo se siente en el colegio, con quién juega o, si no juega con nadie, entender el por qué. Habla con otros padres de niños de su clase con los que tengas confianza por si pueden darte información acerca de lo que ocurre y, por supuesto, habla con el colegio. Los profesores saben mejor que nadie qué ocurre en el aula y el en patio, y cómo se dan las relaciones entre los compañeros. Transmíteles tu preocupación y, con lo que ellos hayan observado, podréis ayudar a tu hijo a mejorar sus relaciones sociales. 

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