Tanto los profesionales médicos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan la lactancia materna exclusiva para los bebés hasta los seis meses de edad. A partir de ese momento, muchas madres siguen amamantando a sus hijos como decisión personal y, en algún momento, descubrir que viene otro bebé de camino. La duda entonces es si se puede dar el pecho estando embarazada o si es mejor interrumpir la lactancia. En principio, sí es posible, pero hay que tener en cuenta los condicionantes personales y saber qué puede suponer en diferentes aspectos.
Tal y como acabamos de indicar, la respuesta rápida es que sí se puede dar el pecho durante el embarazo. Son muchas las mujeres que continúan amamantando a su bebé mientras viene otro en camino. Pero es importante tener en cuanta que cada maternidad es diferente y cada embarazo es único. Por eso para algunas mujeres no supone una gran dificultad, pero para otras puede resultar un gran desafío. Te contamos qué deberías tener en cuenta si te planteas continuar la lactancia de tu bebé si has vuelto a quedarte embarazada.
El primer paso debería ser consultar con tu médico para que pueda evaluar tu situación concreta. Así sabrás si es conveniente continuar con la lactancia o si, por el contrario, hay factores que impliquen un riesgo o una complicación. Recibirás la orientación personalizada que necesitas.
Por un lado, el embarazo requiere que tu organismo reciba un mayor aporte de nutrientes para que el bebé se desarrolle correctamente y para tu propio bienestar. Por otro lado, la lactancia implica un gran gasto energético, por lo que la combinación de esta con un embarazo te obliga a llevar una buena alimentación, que sea saludable, variada y equilibrada.
El embarazo provoca cambios en el cuerpo, incluyendo los senos, que se pueden volver más sensibles y propensos a causar molestias por la alteración hormonal. Esto puede provocar que la lactancia, a pesar de estar bien establecida, se vuelva dolorosa o incómoda. Presta atención a las señales que te da tu cuerpo si esto ocurre.
La producción de leche también puede experimentar cambios a causa del embarazo. Hay mujeres que notan como la cantidad de leche disminuye cuando están gestando, algo que afecta a la correcta alimentación del bebé lactante. Y, al parecer, el sabor de la leche también puede cambiar, y eso no todos los bebés lo aceptan igual.
En algunos casos continuar con la lactancia durante un nuevo embarazo puede implicar posibles riesgos, por ejemplo si tienes un historial de partos prematuros o si te han diagnosticado alguna enfermedad. Por eso es esencial que consultes con tu médico las dudas que tengas al respecto.