Tradicionalmente los bebés comenzaban la alimentación complementaria con purés que se les daban con cuchara. A día de hoy triunfan métodos como el baby led weaning (BLW) que, entre otras cosas, destacan la importancia de dejar que el bebé coma con las manos. El miedo a que todo quede manchado de comida o a que el bebé no se alimente correctamente es todavía muy frecuente, pero ha llegado el momento de superarlo y ofrecerle a tu hijo los beneficios de coger la comida con los dedos.
Cuando un bebé manipula alimentos con sus manos y utiliza los dedos para llevárselos a la boca está desarrollando tanto su motricidad fina como su coordinación. Además, también ejercita la masticación y deglución de los alimentos.
A un bebé no hay nada que le estimule más que descubrir todo lo que le rodea, y eso incluye la comida. Colores, texturas, sabores… los alimentos pueden ser toda una vía de conocimiento si los pones a su alcance para que los descubra por sí mismo.
De esa manera querrá probar aquello que tenga a su alcance, sea una fruta, una verdura o una legumbre, estimulando su paladar y habituándose a diferentes sabores.
Cuando nos limitamos a alimentar al bebé con purés, por muy variados que sean, en el fondo siempre está repitiendo los mismos sabores. Por eso muchos niños, llegado el momento de ampliar su menú, sienten rechazo a probar cosas nuevas y a descubrir nuevos sabores, para desesperación de sus padres. Si desde pequeño ha probado de todo, su paladar estará más preparado para recibir con gusto nuevos alimentos y preparaciones de platos.
Esto puede parecer secundario, pero que el bebé se divierta con la comida es un impulso positivo en su desarrollo a tener muy en cuenta. Asociar la comida al placer y no a la obligación favorece que crezca manteniendo una relación sana con la alimentación, lo que permitirá que en un futuro sea variada y saludable.
Como ves, es muy positivo para tu bebé comer con las manos, pero hay algunos consejos que deberías tener en cuenta: