El pasado mes de abril, la periodista Lucía Villalón anunciaba que estaba embarazada de nuevo dos años después de la difícil llegada de su primogénito, Diego, que nacía con una gastroquisis. La comunicadora y su pareja, el futbolista Gonzalo Melero, afrontaron la llegada de su primer hijo con la esperanza de que todo resultara favorable para su bebé, tal y como ocurrió. Poco tiempo después de su nacimiento, la pareja comunicaba que, por fin, saldrían del hospital con el pequeño en brazos. Ahora, a pocos meses de dar la bienvenida al mundo a su segundo vástago, la presentadora ha desvelado que su pequeño Lucas también nacerá con un problema de salud. ¡Te lo contamos!
Hace solo unas horas que la periodista reaparecía en sus redes sociales para contar que su segundo embarazo no está siendo color de rosas: "Gonzalo yo traemos superhéroes al mundo… volvemos a tener problemas en el embarazo… Lucas no iba a ser menos que Diego y también quería demostrar que es otro fenómeno. En esta ocasión no es gastrosquisis… es un riñón multiquístico y un ureterocele que si se complica implicaría una operación por punción con Lucas en mi barriga".
En estas líneas, la joven ha querido aclarar que, "es todo menos grave que lo de Diego -su primigénito-" pero "que todavía es más raro": "Os lo explico mejor en el vídeo… no soy médico así que lo explico de la mejor manera que puedo… perdón si no soy clara o hay cosas que se pueden explicar mejor… pero queríamos compartirlo con vosotros que tanto nos animasteis en el embarazo anterior".
"Nos vuelve a tocar pelear de más… otro embarazo con incertidumbre, con angustia y con miedo… pero con las mismas ganas y la misma fuerza. Podemos con ello juntos. Somos los elegidos otra vez para tener otro fenómeno de hijo", ha comenzado diciendo en su cuenta personal.
Además, ha dado el parte de salud al completo, diciendo que su segundo hijo, al que llamarán Lucas, "va a tener que vivir con un solo riñón funcionando", aunque también ha dejado claro que "muchas personas viven así y fenomenal": "Habrá que ver cómo le funciona el funciona el riñón izquierdo, que hasta ahora parece que va fenomenal".
Finalmente, ha dicho que no es el único problema de salud al que se enfreta el pequeño: "La otra cosa que tiene es que tiene el uréter del riñón derecho, del malo, se incrusta en la vejiga y está ahí colocado y no debería. Al estar en el medio podría causar una obstrucción urinaria. Esto en la vida real en un bebé ya nacido es operable, pero al estar en la tripa el líquido amniótico es en su mayoría orina. Entonces, si no hace pipí porque eso está obstruido se quedaría sin líquido amniótico y eso sí que es un drama".