Seguro que te has propuesto seguir una buena alimentación durante el embarazo para cuidar de ti y de tu futuro bebé. Y, tras nacer, si tienes pensado alimentarle mediante la lactancia materna, debes seguir prestando mucha atención a lo que comes. Tu cuerpo va a necesitar energía, buenos nutrientes e hidratación para afrontar esta etapa. Te contamos qué dieta debe seguir una madre que da el pecho a su bebé y te adelantamos que es de todo menos restrictiva. La variedad de alimentos, comer a menudo y el sentido común son esenciales para que disfrutes comiendo mientras tu bebé se alimenta de la mejor manera posible.
Dar el pecho a tu bebé te supone un gasto extra de 500 calorías diarias. Si tu cuerpo no recibe ese aporte que emplea en producir leche para tu bebé te sentirás fatigada y, posiblemente, puedas tener algún tipo de déficit nutricional. Come sano y variado, dejando las dietas para otro momento de tu vida.
Ya lo hemos dicho pero no sobra repetirlo. La variedad de alimentos saludables en tu dieta es beneficiosa para ti siempre, y mucho más ahora que tu cuerpo necesita estar al 100% de energía, algo que no resulta fácil con un bebé en casa. Cuanto más variado comas, más nutrientes estará recibiendo tu organismo. Además, lo que comes afecta al sabor de la leche materna, por lo que la variedad ayudará a tu bebé a comer de todo sin extrañarse cuando inicie la alimentación complementaria.
Aplícate la recomendación de tomar cinco raciones de frutas y verduras al día. Vas a necesitar vitaminas para estar en forma y no siempre se pautan los suplementos farmacológicos. Así que apuesta siempre que puedas por verduras y frutas frescas y de temporada pero, en cualquier caso, que no te falten en tu plato.
Tu cuerpo puede tener algún déficit de estos dos minerales durante la lactancia, sobre todo al principio, por lo que se recomienda aumentar el aporte diario. El calcio puedes obtenerlo de la leche y los derivados lácteos como el queso y el yogur. Para que no te falte el hierro no deben faltar en tu dieta las legumbres, vegetales de hoja verde, carne y pescado, huevos, almejas o berberechos.
No hace falta que estés bebiendo agua a todas horas, pero sí estar atenta para ingerir al menos dos litros diarios. Seguramente tu cuerpo te transmita la sensación de sed a menudo, y es porque para producir la leche materna se emplea una buena cantidad de agua de tu organismo. Así que no te olvides de tener siempre un vaso o una botella a mano.