Es muy emocionante sentir las pataditas del bebé dentro de la barriga. Aunque el feto se mueve desde el primer momento dentro del útero, hay que esperar varios meses para empezar notar ese movimiento que ya no se detiene hasta el momento del parto. En ocasiones, la madre puede tener la sensación de que el bebé se mueve poco en la barriga y es normal se preocupe por ello. Te contamos cuáles son las causas más habituales y cuándo deberías consultar al médico.
Los bebés se mueven desde el momento de la fecundación, pero no empezarás a notar sus movimientos hasta la semana 20 aproximadamente. Eso sí, a partir de ese momento verás cómo las primeras patadas, algo suaves, van ganando fuerza y, en ocasiones, puedes llegar a ver la forma del pie apretando contra tu abdomen. Previamente, el movimiento del feto se siente más bien como un burbujeo o revoloteo en el interior.
No hay un patrón fijo de movimientos del bebé que se considere normal en el embarazo. Hay que pensar que el bebé está casi todo el tiempo dormido y que los momentos en los que se mueve durante el día son contados. Pero son tan bien recibidos y es tan emocionante notarlo que es normal que estemos pendientes de que ocurra.
Algunas veces hay una gran cantidad de líquido amniótico en la bolsa, lo que se conoce como hidramnios, y en esos casos los movimientos del bebé se notan con menos intensidad. Por otro lado, a medida que el bebé crece tiene más fuerza, pero también menos espacio para moverse, por lo que se reducen el número de veces que notas las famosas patadas.
Si ya has establecido unos patrones de movimiento fetal y de repente disminuyen, es lógico que te preocupes y quieras volver a sentirlo en plena acción. Puede llevar un registro del número de patadas que da en las horas en las que está más activo, para saber con certeza que hay una disminución y consultar al médico.
Mientras, puedes favorecer que se mueva de otras maneras, especialmente con la comida. Si tu nivel de azúcar en sangre es bajo, también lo es el del bebé, y eso provoca que se mueva menos. Así que prueba a comer algo y túmbate para observa cómo reacciona ante la ingesta de alimento y si vuelve a dar las patadas de costumbre.
No olvides que los movimientos del bebé son irregulares a lo largo de todo el embarazo, pero ante la menor duda lo que prima es la cautela, así que no dudes en acudir al médico si crees que tu bebé se mueve menos de lo que debería.