Hace diez días, Marta Pombo daba la bienvenida al mundo a sus hijas mellizas, Candela y María. La influencer daba a luz en la semana 36 de gestación y aunque en un principio las niñas no requirieron pasar por la UCI de neonatos, finalmente Candela tuvo que ser ingresada por unos problemas respiratorios. A la pequeña le costaba respirar y los médicos la trasladaron a la incubadora y decidieron hacerle algunas pruebas para seguir su evolución.
Han sido días de angustia para Marta y su marido, Luis Zamalloa, que desde ese momento fueron relatando los detalles sobre la salud de su hija. Afortunadamente, tras algunos días ingresada en los que la hermana de María Pombo se ha mostrado muy preocupada, la pequeña ya ha recibido el alta y ya están todos juntos en casa disfrutando de esta nueva etapa convertidos en familia numerosa.
Muy sincera y ya recuperando su actividad en redes poco a poco, Marta a mostrado sin tapujos las 'secuelas' de esta doble maternidad y de todas las preocupaciones y miedos que la han acompañado estos días. "Cosas del estrés y posparto: cara amarilla, traslucida, ojos hinchados, granos... Pero la tranquilidad de estar aquí todos en casa... Me da igual, que venga lo que tenga que venir", ha contado la creadora de contenido, que ha revelado que durante los días que ha estado ingresada su pequeña no ha tenido ganas de cuidarse. "Estos días de hospital no tenía ganas ni de hacerme mi rutina facial, que me flipa. Estaba seca como una pasa porque no me apetecían ni cremas ni nada", ha explicado a sus seguidores.
Ya más tranquila y con sus dos niñas en casa, Marta Pombo ha podido empezar a recuperar la normalidad, retomar rutinas y adaptarse a su nueva maternidad. "Vuelvo a estar con ganas de cuidarme, de dedicarme tiempo mientras las niñas duermen y Mati está en la escuela infantil. Como que todo empieza a tener su orden y puedo empezar a pensar un poco en mí", ha explicado a todos sus seguidores, a los que ha revelado que va a tener que hacer una visita al fisio porque está sufriendo fuertes dolores. "Tengo la espalda destrozada y me duelen partes del cuerpo que no entiendo, pero normal. He dado a luz a dos corderos y demasiado bien estoy y me alegro".
Además, Marta ha querido mostrar a todos sus seguidores cómo está siendo su recuperación física tras el parto e incluso ella está muy sorprendida por el cambio que ha experimentado. "Esto me parece un milagro. A diez días de haber dado a luz, estar así... Mi tripa era dimensiones enormes", ha comentado a través de sus stories en su perfil de Instagram, en los que también ha aclarado que esta rápida recuperación no es lo habitual. "Esto no es lo normal. No lo toméis como referencia... no quiero que nadie se compare, cada cuerpo trabaja de una manera y con sus ritmos".
Respecto a esta cambio tan evidente, la creadora de contenido ha insistido en que la preocupación por el ingreso de su hija Candela es posible que haya tenido algo que ver con su rápida pérdida de peso. "Yo creo que el estrés de la última semana ha hecho algo en mi metabolismo. Con Matilda no me recuperé tan bien, creo que el estrés vivido esta semana ha hecho que el cuerpo funcione diferente", ha contado Marta, que también ha confesado que este ingreso le ha ayudado a encontrarse mejor físicamente puesto que no tenía tiempo para preocuparse por ella. Candela era su prioridad. "Siento que estos días de hospital han hecho que no me dé tiempo a pensar a regocijarme en me duele todo he tenido que espabilar muy rápido y eso me ha venido muy bien a sentirme bien rápido", ha explicado a sus fans, a los que además ha revelado uno de sus secretos en este posparto: el uso de una faja. "Lo estoy notando muchísimo".
De hecho la echo bastante de menos
Además ha asegurado que, aunque se ve muy bien, echa mucho de menos su tripa. "Intento no pensar en ello porque me pongo a llorar. Echo muchísimo de menos mi tripa, cómo me miraba la gente de bonito al ver esta majestuosidad, lo guapa que me sentía, éramos una. Estos días intento no ver muchas fotos mías embarazada porque me pongo a llorar de la misma. Menos mal que todo pasa".
Por último ha contado que en este embarazo le han salido algunas estrías para las que intentará encontrar solución. "No todo es perfecto y ya veré cómo me las trato", ha dicho a la vez que le ha restado importancia a estas pequeñas cicatrices que le ha dejado la maternidad. "Me alucina como trabaja el cuerpo, como es capaz de dar vida, de crear y luego recomponerse. Las mujeres somos alucinantes, lo digo de corazón", ha terminado diciendo.