Bultos en el pecho durante la lactancia: qué son y cómo aliviarlos

La aparición de bultos en el pecho durante la lactancia es no de los obstáculos con los que nos podemos encontrar al amamantar al bebé. Si bien no revisten gravedad y se pueden tratar con eficacia, es fundamental hacerlo cuanto antes para que dar de mamar no sea una experiencia dolorosa y, sobre todo, para evitar que se produzca una mastitis. Te contamos por qué aparecen esos bultos y cómo puedes aliviarlos

¿Qué son los bultos en el pecho durante la lactancia?

Establecer una lactancia fluida requiere paciencia y asesoramiento. En muchas ocasiones las posiciones elegidas para amantar no son las adecuadas y se producen obstrucciones en los conductos por los que circula la leche materna. Esto provoca una congestión que genera bultos en el pecho. 

Pero la posición para amamantar no es la única razón por la que pueden aparecer estos bultos: un mal agarre del bebé al pezón, una infección, utilizar un sujetador que apriete demasiado el pecho o no completar la extracción de leche pueden provocar la obstrucción responsable de la aparición de los bultos. 

¿Cómo aliviar los bultos en el pecho durante la lactancia?

Puede que hayas escuchado alguna vez que para aliviar este tipo de bultos lo ideal es aplicar calor en el pecho, pero no es lo más recomendable, ya que si la causa es una infección con el calor solo podría agravarse. Lo que debemos hacer para reducir la inflamación es aplicar frío en el pecho entre tomas.

Además, es conveniente dar de mamar al bebé con frecuencia, algo que debería ser sencillo si damos el pecho a demanda. Después de cada toma, ayúdate con un sacaleches eléctrico para vaciar el pecho por completo. Y, siempre que puedas, date un pequeño masaje, sin ejercer mucha presión, que ayude a deshacer la obstrucción del conducto mamario. 

¿Cómo prevenir los bultos en el pecho durante la lactancia?

No siempre podemos evitar la aparición de estos dichosos bultos, pero tomar precauciones para que no se formen es de gran ayuda. Lo más importante y efectivo es que la lactancia sea a demanda. Dale el pecho al bebé siempre que te lo pida y no dudes en ofrecerlo tú misma cada cierto tiempo. Los recién nacidos pueden llegar a lactar hasta doce veces al día y esto es algo completamente normal.

Además, es importante que sea el bebé el que decida cuando ha terminado la toma. A veces será poco tiempo y otras se te puede hacer eterno, pero te ayudará a evitar la aparición de bultos al tiempo que permites que el bebé sea el que regula. Otras recomendaciones para que no se produzcan obstrucciones en los conductos mamarios es que las madres varíen las posiciones para alimentar al bebé y que utilicen un sujetador especial para lactancia, que sujete el pecho pero que no lo oprima.

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