El tapón mucoso se forma al principio del embarazo para crear una barrera protectora entre el bebé y el exterior de la vagina, con la intención de evitar posibles infecciones. Es muy habitual expulsarlo en las últimas semanas de gestación, sin que eso implique, ni mucho menos, que el parto es inminente. Eso sí, es conveniente tomar algunas precauciones después de expulsar el tapón mucoso, aunque lo esperable es que puedas seguir haciendo vida normal, atendiendo a las recomendaciones específicas que te ha marcado tu médico.
El tapón mucoso puede expulsarse completo, y si ese es tu caso te resultará más evidente. Pero también puede expulsarse de manera paulatina, y las pistas que tendrás serán un aumento del flujo vaginal y observarás que es de una consistencia más gelatinosa de lo habitual. En ocasiones, el tapón puede ser de color oscuro o con hebras rojizas, debido a la sangre. En cualquier caso, toma nota de las recomendaciones que debes seguir una vez que lo expulses.
Lo deseable es que durante todo el embarazo hayas podido mantener un estilo de vida activo, realizando ejercicio moderado. Así favorecerás un buen estado de ánimo, un peso saludable y una musculatura fuerte para el parto y el postparto.
Es evidente que la higiene es esencial en cualquier momento de nuestra vida, y incluyendo el embarazo. Cuando se ha expulsado el tapón mucoso, el bebé sigue bien protegido por la bolsa amniótica, pero es conveniente mantener una buena higiene íntima para evitar el riesgo de infecciones.
Tras expulsar el tapón mucoso, es normal que aprecies un aumento en el flujo vaginal, y eso el algo totalmente normal. Pero si el flujo es excesivo, huele mal o te causa irritación o picor, es conveniente que acudas al médico lo antes posible porque, seguramente, se trate de una infección.
Si expulsas el tapón mucoso de manera gradual es posible que te resulte algo molesto, pero en ningún caso debes utilizar tampones, porque solo son válidos para absorber el sangrado menstrual, no el flujo. Si los usas solo aumentarás el riesgo de sufrir una infección.
Aunque hayas expulsado el tapón mucoso, debes ducharte con total normalidad ya que, como hemos dicho, es importante mantener una buena higiene corporal. Pero, además, no tengas miedo a bañarte o a nadar, porque puedes hacerlo hasta que comience el parto.
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