La lactancia es uno de los momentos más importantes para la madre y el bebé. Este último encontrará en la leche el alimento necesario para seguir desarrollándose. Es por eso que cuando se da el pecho puedes recibir diversos consejos sobre lo que debes comer y lo que no. Aunque eso sí, hay que tener cuidado de no caer en la trampa de los falsos mitos.
Por tanto, durante el embarazo y la lactancia puede producirte una infinidad de dudas. Sí que es cierto que, durante los meses de gestación, el tema de la alimentación estará más controlada, ya que, si no se hace de forma adecuada, el pequeño podrá desarrollar distintas complicaciones. Así, parece que la lactancia es un momento más relajado, pero, aún así, habrá que seguir cuidándose.
Una de las dudas más frecuentes, cuando se da el pecho, es si se podrá tomar café. Distintos expertos han apuntado que el café es una bebida segura durante la lactancia materna, aunque su consumo excesivo puede conllevar complicaciones, entre las que se encuentra el insomnio, nerviosismo e irritabilidad en el bebé. Esta explicación se basa en un estudio en el que se afirmó que entre un siete y un diez por ciento de la cafeína que consume la madre puede ser percibida por el pequeño a través de la leche.
Además, durante los primeros cuatro meses, el cuerpo de los bebés no tendrá la capacidad de metabolizar y eliminar la cafeína al mismo ritmo que el organismo adulto. Por tanto, esta sustancia permanecerá en él durante más tiempo. Aún así, hay que ser consciente que no es lo mismo que tomes tú la cafeína a cómo puede afectar si lo hace el pequeño directamente. Además, cabe destacar que cada pequeño será diferente y puede ser que la cafeína no afecte de manera igual a todos. Por eso, será importante consumir poco café y de vez en cuando.
Así, la cantidad de cafeína recomendada, tanto durante el embarazo como en la lactancia, será de 300 mg al día. Esto equivaldrá a unas dos o tres tazas estándar de café no muy cargado. Por tanto, se podrá consumir café, pero habrá que hacerlo de forma moderada y sin abusar. Además del café, también habrá otros alimentos que habrá que evitar si estás dando el pecho. Por ejemplo, el alcohol no será recomendado, ya que se ha demostrado que este puede afectar al desarrollo del cerebro del bebé.
La Asociación Española de Pediatría aconseja no beber alcohol durante los primeros tres meses de lactancia. Una vez pasado este tiempo, sí que se podrá beber de forma ocasional y, al ser posible, en tomas alejadas. También, será muy importante que la madre no fume, ya que el tabaco afectará gravemente a la salud del pequeño.
Además de los alimentos que hemos comentado que no son recomendables, sí que habrá otros que favorecerán la producción de la leche materna. Este es el caso de la canela, de la que además cuentan que le proporcionará un sabor diferente y delicioso a la leche.
Las semillas de comino, añadidas a las comidas, pueden ayudar a aumentar la leche y, además, mejorará la digestión y podrá aliviar el estreñimiento. También, los frutos secos, al contener muchos antioxidantes, serán buenos para aumentar la leche materna. La avena también podrá ser consumida durante la lactancia, ya que contiene hierro y ayuda a disminuir el colesterol y equilibrar la presión arterial.
Será importante el jengibre, ya que sus raíces disminuirán las náuseas y los vómitos que se dan durante el embarazo. Además, se puede seguir tomando durante la lactancia y podrá mezclarse en una infinidad de recetas, incluso en las infusiones. Por su parte, verduras como la zanahoria y la remolacha serán una fuente de carbohidratos y de beta-caroteno, muy beneficioso para la producción de leche. Podrán ser consumidos a todas horas y mezcladas con comidas, así como solos.
Por tanto, durante la lactancia será importante cuidar la alimentación, así como tomar distintos alimentos que harán que tengas más energía y que sean buenos para la producción de leche.