Incluso antes de que nazca el bebé, son muchas las madres a las que les preocupa poder establecer cuanto antes la lactancia materna y producir leche suficiente para alimentar el bebé. La subida de leche es un proceso fisiológico que, por lo general, ocurre de manera natural, a los pocos días del parto. Primero aparece el calostro, muy rico en vitaminas y proteínas para el bebé, y poco después llegará la leche, menos densa y de un color más blanco (aunque irá variando). En principio la madre solo debería ocuparse de descansar, mantenerse hidratada y comer de manera saludable. Pero si quiere favorecer la subida de leche tras el parto, puede seguir estos consejos.
Cuanto antes comience la lactancia, antes comenzará a producirse la leche, por lo que la recomendación es iniciarla en la primera hora de vida del bebé. Esto se podrá hacer, por supuesto, si tanto la madre como el recién nacido se encuentran en condiciones de que así sea. Si el parto es por cesárea, o hay otro tipo de complicaciones, hay diferentes formas de estimular la producción de leche hasta que pueda establecerse la lactancia.
Tanto para el bienestar del bebé como para garantizar la producción de leche materna, lo ideal es que la lactancia se ofrezca a demanda. Esto puede significar que haya que dar el pecho entre 8 y 10 veces al día, alternando ambos. Es cierto que puede resultar agotador, pero lo es más controlar las horas para alimentar al bebé y dejar que llore, cuando en realidad lo único que necesita es el calor y el pecho de su madre.
La subida de la leche guarda relación con el aumento de la hormona de la oxitocina, y este aumento se produce cuando el bebé entra en contacto con la madre. Si puedes pasar tiempo así con tu hijo practicando el piel con piel, además de favorecer la producción de leche, también se intensifica el vínculo emocional que te une a él, lo que favorecerá su desarrollo emocional.
Hasta que la lactancia esté bien establecida, lo mejor es que el bebé succione directamente (y el mayor tiempo posible) el pecho de la madre. El chupete en sí mismo no es necesario, y tendrás tiempo de dejar que lo use. Y en el caso de las tetinas, si tuvieras que darle un suplemento, consulta la posibilidad de hacerlo con jeringuillas o con un vasito.
Tras el parto, lo aconsejable es que no te vistas con nada que comprima el pecho, ni de ropa, ni de sujetadores. La ropa holgada es la más adecuada porque, además de sentirte cómoda, que es lo que más te va a apetecer, no obstruirás la producción de leche. Cuando tengas que llevar sujetador, los de lactancia son los más cómodos y te facilitarán darle el pecho al bebé siempre que sea necesario.