Seis meses han pasado ya desde que Elena Tablada experimentó una segunda maternidad. Diez años después de nacimiento de Ella, su primera y única hija en común con David Bisbal, la diseñadora decidía ampliar la familia, esta vez con Javier Ungría, su actual marido. Fruto de su relación tuvieron a Cam, una niña a la que le tocó llegar a un mundo en plena pandemia, con estado de alarma, confinamiento estricto y muchas incertidumbres. Algo que su madre ha decidido reflejar en su último post de Instagram, donde nos muestra cómo estaba pocas horas antes del parto y en el que comparte con nosotros su primer piel con piel con la recién nacida.
*Desliza a la tercera foto para ver su posado tras el parto
En este medio año con Cam solo tiene ojos para ella. Prueba de ello, su feed de Instagram, donde la bebé ocupa un lugar fundamental, algo que no puede hacer con Ella, la mayor, debido al pleito que mantiene con su padre por su exposición en redes. Pero bicheando su móvil se ha topado con un selfie en el que salía ella sola, embarazadísima, a punto de ir al hospital. "Se me había olvidado que las hice, ya que mi teléfono está sobrecargado de fotos de mis niñas", ha confesado con humor.
La cara no lo refleja, pero aquel día de abril España estaba "en pleno pico de la pandemia", Tablada llevaba "un mes y medio sin pisar la calle, con tres pelos de extensiones de pestañas, una raíz negra de 4 dedos, 8 kilos puestos en ese mes y medio y uñas que eran una hoja de papel". Y su segunda hija estaba a punto de llegar, hecha "una superviviente, valiente y con buenos pulmones", tal y como la ha definido Elena con mucho orgullo.
"Desde entonces, cada noche doy gracias por este gran regalo de la vida", ha manifestado con satisfacción. Los años le han demostrado que "el timing", algo tan importante, ha hecho que la pequeña llegase en el momento indicado para ponerlo todo en su sitio. "Parece mentira que mi gordi estaba ahí dentro ya frunciendo el ceño y rompiéndome una costilla", ha terminado diciendo en esta aplaudida publicación en la que refleja la maternidad real, sin edulcorar.
Las primeras semanas tras el parto, Elena Tablada apostó por darle el pecho. Después pasó a la alimentación mixta tras haber entendido que "le había dado todo lo que estaba en mis manos". No podía transmitir al bebé "la ansiedad" que le producía no ser capaz de producir más leche. "Admito que dfue algo que me chocó duro ya que no conseguía producir más y sentía que no le estaba dando a mi niña lo que ella necesitaba", contó en su día.