Pilar Rubio ha vuelto a estar cara a cara con los medios. Lo ha hecho durante la presentación de su última colección de baño, su primer acto público después de que tanto ella como su marido, el futbolista Sergio Ramos, diesen positivo en covid-19. La pareja pasó el virus "con algún síntoma", ha perdido el olfato y ha tenido más de un día "un poco plof". Pero ahora que considera que vuelve a estar al "100%" para trabajar, por fin ha concedido una entrevista en la que habla de todo. Su bebé Máximo Adriano, la llegada de la madurez en su hijo mayor, su futuro o la pregunta del millón sobre su perfectísimo estado físico, entre los titulares del 'comeback' mediático de la presentadora.
A lo largo de este confinamiento forzoso, la madrileña ha podido sacarle el lado positivo al encierro aprovechando para entrenar. "Intentamos hacer nuestra vida durante ese tiempo, entrenando y comiendo bien", ha explicado a los compañeros de Europa Press en esta reveladora entrevista que puedes verte dándole al play. Percha perfecta para volver a hablar de cómo se recuperó de una manera tan rápida tras los partos de sus cuatro hijos, concretamente del último, del que pronto se cumplirá un año.
"Yo antes de tener hijos no tenía la conciencia que tenía que cuidarme tanto. Fue quedarme embarazada y pensar: 'no quiero que mi cuerpo cambie, no quiero ser solo madre, quiero seguir activa, y sentirme mujer y me tengo que cuidar". Esta reflexión fue una especie de click mental para Pilar, que antes de aventurarse en la maternidad nunca había explotado esta faceta de it mum. Su meta fue "ver si podemos evitarlo o por lo menos disminuirlo de alguna forma y la verdad es que la rutina que yo llevo habitualmente a mí me ha funcionado", ha reivindicado.
Más allá de la vida saludable, uno de sus leit motivs, si algo le gusta visibilizar a Rubio es el orgullo que siente por sus cuatro hijos. Esas "mezclas tan raras" que tienen de ambas partes, con "el mayor de ojos casi negros y pelo oscuro" y el resto de ojos azules y pelo más clarito", es algo que le sigue dejando perpleja. "Quería a ver si salía con los ojos azules y el pelo oscuro, que es la única mezcla que nos queda, pero no, ha salido rubio con los ojos azules", ha dicho con humor al referirse a Máximo Adriano.
En cuanto a su personalidad, el pequeño es el que ha salido con más carácter de todos. "Ha visto el panorama y ha dicho: aquí me tengo que hacer fuerte que si no me comen", ha contado su madre. Sin embargo, en el que sí ha visto un cambio ha sido en Sergio, el mayor de todos, que a sus siete años le ve mucho más maduro: "Tengo unas conversaciones con él como si fuese una persona adulta".