Cada etapa es un reto distinto para niños y padres. Además, las necesidades de los niños y de la escuela cambian con el paso del tiempo y, también, en función de cada centro. Es por eso que una de las preguntas más repetidas es ‘¿qué debo meter en la mochila escolar?’.
En la mayoría de los centros educativos se proporciona una lista de todo aquello que deben llevar los niños. Es por eso que los padres tendrán la responsabilidad de elegir lo que les parezca más práctico y lo que realmente vayan a usar los pequeños. De esta manera, no se comprarán utensilios de más.
Será esencial buscar el bienestar del niño. Tenemos que pensar que serán ellos quienes carguen con todo el peso de su material escolar, por tanto, lo mejor será reducirlo al máximo para que luego no le pase factura en su salud. La mayoría de especialistas consideran que los pequeños llevan demasiado peso en sus mochilas o no las usan de la manera adecuada.
Lo mejor será distribuir el peso, de tal manera que la espalda sufra lo menos posible. Lo esencial será decantarse por una mochila que tenga unas tiras de soporte anchas y que sea acolchada. De esta manera, el niño estará más cómodo, al igual que sus hombros.
Y, aunque nos parezca que lo más adecuado sea una mochila con ruedas, lo cierto es que estas suelen producir una curvatura en la espalda debido a su arrastre. Además, también será complicado subirlas por las escaleras e, incluso, levantarlas. Es por eso que es muy importante que siempre se cargue con lo necesario y que el peso se distribuya de forma correcta por toda la mochila.
Respecto a qué incluir en la mochila, las necesidades han variado en los últimos meses. Así, será esencial que carguen con diversas mascarillas y gel hidroalcohólico para cuidar su propia higiene y la de las personas de su alrededor. También, habrá que incluir unos pañuelos de papel, esenciales para cuando el niño estornude, y una botella de agua.
Como ya hemos comentado, son los centros educativos los que dictan el material escolar que necesitan. Aunque lo más común será que se les requiera lápices, cuadernos y libros. Eso sí, en este caso será importante que no se compartan para evitar la contaminación.
Para repartirlo todo adecuadamente habrá que colocar los libros y los cuadernos en la zona más cercana a la espalda. Además, aquellos objetos más pesados, como puede ser el estuche o la tablet deberán ir justo después, al igual que la merienda. Por último, se ubicarán los objetos más pequeños y que pesen menos.