María Pombo y Pablo Castellano observaban cómo sus vidas cambiaban drásticamente el pasado 27 de diciembre con el nacimiento de su primer hijo. Martín llegaba para convertirse en la prioridad absoluta del matrimonio, que suele compartir día a día todo lo que ocurre en su recién estrenada maternidad. La influencer es muy consciente del interés que suscita en las redes y, tan atenta como siempre de la gran comunidad que ha formado, resuelve las dudas que mandan los usuarios sobre este u otro tema, publica fotografías del recién nacido o, incluso, muestra cómo está su tripa treinta días después de dar a luz. Precisamente, por el primer ‘cumplemes’ de Martín, la it girl ha descubierto algunas imágenes inéditas del día que tuvo a su primogénito, visibilizando la realidad de lo que vivió en el parto.
“Un mes del día más increíble de mi vida”, titulaba así Pombo a este post en el que ha incluido numeras fotos de esta inolvidable fecha para la pareja: el que sería el primer posado familiar frente a un espejo, con el bebé en el pecho instantes después dar a luz, esperando a que llegue el momento de ir a paritorio, un selfie de los dos y a Martín tumbado en la cuna del hospital con apenas horas de vida. Una bonita publicación que acumula casi 300 mil likes y más de 1000 comentarios de admiradores y conocidos.
“Increíble cómo pasa el tiempo. Feliz mes”, escribía una fan tras ver este cúmulo de recuerdos. “Me muero, sí parece que fuera ayer cuando subiste esa foto de Martín a tu historia diciendo ‘indescriptible”, se quedaba anonadada otra con lo rápido que pasa el tiempo. “A partir de ahora ya verás lo rápido que pasa todo”, admitía una madre desde la voz de la experiencia. Amigas como Marta Lozano, Teresa Andrés Gonzalvo o María Fernández-Rubíes, con quien ha recuperado su magnífica relación, también han dejado un mensaje de amor en este tablón.
Este miércoles, María y su marido llevaban a su primogénito a una consulta pediátrica. Una revisión rutinaria que coincide con su primer mes de vida. A pesar de ser un día muy señalado para la familia, ambos admitían que iban a comer fuera y después se iban para casa, ya que no “están las cosas” para estar por ahí. “Es un santo, pero un santo”, se le caía la baba a Pombo cuando era preguntada por el balance que hace de estos días en su primer paseo familiar. “Se porta superbién”, añadía él.