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Cuando nos quedamos embarazadas una de las partes que nos produce más miedo es la hora del parto. ¿Por qué? Porque sabemos la importancia de que nuestro bebé nazca sano y de la forma más natural posible. Además, alguna vez hemos podido escuchar que bebés que han sufrido problemas en su nacimiento, eso les ha condicionado para toda la vida. Por eso, estamos llenas de responsabilidad y es el momento de hacerlo bien y dar la talla. Para aprender, lo más recomendable es que asistamos a clases de preparación al parto, en las que nos darán varias indicaciones para llevar a cabo en tu parto natural o por cesárea. Así, nos ayudarán a prepararnos físicamente y hasta mentalmente.
Muchas veces hace falta recordar de dónde venimos y cómo las mujeres han parido solas durante años, acercándose a su instinto animal y dejándose llevar. Obviamente, ahora las cosas han cambiado y lo mejor será contar con ayuda médica. Pero siempre reconfortará un poco más pensar en nuestras antecesoras y cómo trajeron a sus hijos al mundo.
Por supuesto, será muy importante estar informados, tanto la madre como el padre, y tener alguna expectativa de cómo tiene que ser un parto, cuánto puede durar, qué puedo esperar de un hospital y cómo será el momento con mi pareja. En este sentido, y como ya hemos mencionado, los cursos de preparación al parto serán fundamentales.
Hemos visto en muchas películas y series que el parto ocurre de repente, en medio de un taxi o de camino al trabajo, pero la realidad suele ser diferente. En la mayoría de las ocasiones, el parto se desarrollará en sus tiempos, sin prisas y sin tener que llegar corriendo al hospital sacando un pañuelo blanco por la ventana del coche.
A la mayoría de las madres les da tiempo a ducharse y a escuchar a su cuerpo, que será una de las partes fundamentales. Será muy importante, también, saber qué debemos escuchar. Es decir, habrá historias de amigas o conocidas que no nos harán ningún favor. Por ello, deberemos alejarnos de las historias truculentas o tormentosas. No hay ninguna necesidad de que te suceda a ti.
En nuestro país, el 90 por ciento de los partos se desarrollan sin ningún tipo de problema. Este es el dato con el que debemos quedarnos si queremos gozar de más tranquilidad. Además, en el caso poco probable de que surja algún contratiempo siempre tendremos la ayuda de los médicos y especialistas que nos rodean en un hospital, por lo que la situación no irá a más.
Otras mujeres asocian el parto con un dolor indescriptible. Y puede ser que sí, que el parto duela mucho, que las contracciones nos parezcan un mundo al lado del dolor menstrual, uno de los más angustiosos. Pero lo cierto es que si doliera tanto las mujeres hubieran ya parado de tener hijos, ¿no? Cabe destacar que cada persona tiene un umbral del dolor distinto y será mejor esperar antes de ponernos en lo peor.
Lo mejor será que consigamos desconectar del exterior durante el parto. Así, se desencadenará un torrente hormonal que tiene un fuerte poder analgésico. Es por eso que muchas mujeres, aunque contadas, han llegado hasta a experimentar placer al traer a sus hijos al mundo. En cualquier caso, siempre existirá la opción de pedir la epidural, que no será más que otra vacuna más. Además, los dolores van y vienen y seguro que desaparecerán en el momento que tengas a tu hijo en brazos.
Cada vez mayor es el miedo de las mujeres embarazadas a que no las respeten durante el parto. Para ello, lo más recomendable será tener un plan de parto, donde se detalle con exactitud todos los pasos a los que queremos someternos y a los que no. Desde hace muchos años, las madres son más conscientes de este extremo y se han vuelto más exigentes e informadas.
De la misma manera, los centros hospitalarios son cada vez más conscientes de desmedicalizar los partos y hacerlos de la forma más natural posible. En el plan de parto será fundamental la colaboración entre la pareja o acompañante y, por supuesto, el equipo médico. Ellos serán, en el caso en el que la madre no pueda, los encargados de asegurarse que se llevan a cabo las peticiones incluidas en el documento.
Aún así, para que te sientas mejor a la hora del parto, podrás realizar ejercicios de relajación, practicar yoga prenatal y compartir tus preocupaciones con tu pareja. También, lo mejor será que lleves una vida saludable, una dieta rica en todos los alimentos y hagas deporte. Desconectar también será muy importante, por lo que hacer actividades de ocio como ir al cine o de compras será muy recomendable.