"A ver si acabo este vídeo sin llorar". Así arrancan los últimos stories de Natalia Sánchez, la actriz a la que todos pusimos cara cuando dio vida a Teté, la inolvidable hija de Belén Rueda y Antonio Resines en 'Los Serrano'. En ellos habla abiertamente de lo mal que lo pasó con el nacimiento de Lia, su primera hija junto al también actor Marc Clotet. Fue a principios de 2019 cuando la pequeña llegó un mes antes de lo previsto, pillando a la pareja "sin los deberes hechos". Ambos definieron a su bebé como "un pequeño saco de amor". Pero ese sufrimiento que les generó pensar que todo tendría que salir bien es algo que no han conseguido olvidar dos años después.
Lo que le ha revuelto emocionalmente ha sido la celebración del Día Mundial del Prematuro, en el que, a través de una campaña, ha vuelto a tener en sus manos un pañal casi idéntico al que utilizó su primogénita en sus primeros meses de vida. "Me ha impresionado muchísimo su tamaño. La fragilidad y delicadeza que transmiten me ha llevado directamente a cuando nació Lia", ha expresado en su Instagram, donde ha contado lo costoso que ha sido "escribir estas palabras sin que se me salten las lágrimas".
"La piel de un prematuro es tan finita y tan sensible y delicada que da impresión hasta tocarla", ha recordado con nostalgia, enumerando las sensaciones que tuvo en su día al ver "sus manitas, sus pies, su nariz y ese semi llanto sin energía que parece más de un gato recién nacido que de un bebé". Natalia sabe que solo las familias que hayan pasado por esto conocen "la fragilidad de la que hablo y, quien no, seguro que se lo puede imaginar". Por eso este acto de visibilidad.
Aquel 8 de enero de 2019, Sánchez y Clotet juraron que darían sus vidas "por esos 2,3 kilos". En aquella habitación 417 en la que pasaron los siete primeros días de vida de la recién nacida trabajaron "sin descanso para que todo estuviera donde tenía que estar". Y así fue. Ahora, desde la calma de que todo fue "de maravilla", no se olvida de esa "comunión" con todas las madres y padres que tuvieron que hacer un sobreesfuerzo por cuidar de esa criatura recién nacida que se "agarraba a la vida" y a su pecho con una fuerza inaudita.
A pesar de que ya admiraba a su chico, esta experiencia multiplicó el profundo respeto que siente por él. A él le dio las gracias "por remar en la misma dirección y con la misma fuerza (o más), por no dejar que me caiga, por estar tan por encima de toda expectativa, por demostrarme una vez más la gran persona que eres y por ser el mejor padre y el mejor compañero de vida que jamás hubiera podido imaginar".
Para ambos, el nacimiento de la pequeña (a los meses se quedaron embarazados de Neo, el segundo del clan) fue "el momento más duro" de sus vidas. Sin excepciones. Y para hacernos partícipes de lo complicado de esta experiencia, ha compartido un vídeo que demuestra esa delicadeza que emanan los bebés que nacen de forma prematura.