Todo cambió para Ona Carbonell el 2 de agosto de 2020. Fecha en la que la nadadora y su pareja, Pablo Ibáñez, daban la bienvenida a su primer hijo, Kai. Con los Juegos Olímpicos de Tokio aplazados por el coronavirus, la capitana del equipo español de natación sincronizada supo aprovechar este tiempo extra para exprimir al máximo sus primeros meses como madre primeriza mientras entrenaba para hacerse con la preciada medalla de oro en este prestigioso reto deportivo.
Pero compaginar su vida personal con competir en Tokio no fue nada sencillo. "Tener que escoger entre la conciliación familiar y participar" en una edición marcada por la pandemia fue un dilema de tal calibre que se vio forzada a poner en pausa su proceso de lactancia materna y separarse de su bebe durante los más de 20 días que se alargó un proyecto para el que lleva toda una vida preparándose.
Carbonell y otras atletas que se encontraban en la misma situación, se pusieron en contacto con el COI y el Consejo Superior de Deportes para encontrar una solución coherente y la altura de las circunstancias. Sin embargo, la única salida era que Kai y su pareja viajaran con ella a Japón, pero que ambos se confinaran en la habitación de un hotel que estaba distanciado de la Villa Olímpica siguiendo las estrictas normas de prevención.
Una propuesta que Ona decidió declinar al ser consciente de que era "incompatible con rendir en esta competición y que tu familia esté lo mejor posible". Así que, cruzó el continente sola, con el dolor de tener que celebrar a miles de kilómetros el primer cumpleaños de su retoño, y cruzó los dedos para que, a su regreso, pudiera continuar dando el pecho a su primogénito sin ningún problema.
Los JJ.OO. llegaban a su fin el 8 de agosto y, gracias a la generosidad de Ona, hemos sido testigos del efusivo abrazo que dio a su bebé nada más bajarse del avión que la trajo de vuelta a España. Para la catalana, sin duda alguna, "el reencuentro más especial".
Seguidores y amigos, emocionados con esta escena, expresaban sus emociones a través de comentaios. "Me hiciste llorar", confesaba una tras ver a Carbonell cogiendo a su hijo en el aeropuerto tras semanas de videollamadas. "Sufrí con esta separación. Feliz reencuentro y feliz lactancia", le deseaba otra chica que estaba al tanto del motivo por el que tuvo que dejar al pequeño en nuestro pais.