Una de las mayores preocupaciones que tienen las madres, después de dar a luz, es cuándo se producirá la subida de la leche. Además de esta cuestión, también se preguntarán cómo se producirá, si dolerá y hasta cómo pasar, de la mejor manera posible, esta etapa. Cabe destacar que se denomina a este momento tanto ‘bajada’ como ‘subida’ de la leche, por lo que ambas formas serán válidas. Aunque eso sí, no serán unos términos totalmente correctos, ya que este proceso poco tiene que ver con la subida o la bajada de la leche, sino que, al succionar el bebé, lo que hace es estimular las hormonas prolactina y oxitocina, responsables de la producción de leche materna.
Por eso, en un momento tan lioso y complicado como es la maternidad y la etapa de lactancia, se puede producir una confusión en los términos, así como tampoco saber, a ciencia cierta, de lo que se está hablando. Por tanto, la subida de la leche se produce entre las 30 y las 72 horas posteriores al parto. En madres que lo han sido por primera vez suele darse más tarde, mientras que en aquellas que ya hayan tenido hijos se produce antes. Uno de los muchos falsos mitos que rodean a la lactancia es que con una cesárea la subida de leche tarda más. Independientemente del tipo de parto, ya sea vaginal o por cesárea, es un proceso fisiológico que se pone en marcha una vez ha salido la placenta del útero y del cuerpo de la madre.
Después del nacimiento del bebé y una vez que ha salido la placenta, los niveles de progesterona descienden y los niveles de prolactina aumentan. Esta hormona se encarga de la producción de la leche materna. En ese momento, la madre ya ha producido calostro en sus pechos y poco a poco le irá subiendo la leche. Este primer líquido será muy importante para tu bebé porque incluirá un beneficio nutricional e inmunológico muy importante. El aumento del volumen de la leche lo que hace es que las mamas de la madre se vascularicen.
Esta primera producción estará caracterizada por un aumento del tamaño del pecho, sensación de hinchazón, aumento de la temperatura y sensibilidad en las areolas. Aunque eso sí, el dolor será muy subjetivo, ya que habrá mujeres a las que este proceso les duela y habrá otras que no sientan nada. Muchas notarán una leve presión en la zona del pecho o los sentirán más congestionados, incluso es normal que la temperatura corporal suba unas décimas y hasta se puedan sentir escalofríos.
En parte, que se produzca dolor o no estará determinado por cómo se haya instaurado la lactancia una vez que ha nacido el bebé. Si se da el pecho nada más nacer, succionando a demanda, varias veces al día, el proceso de subida será menos incómodo y doloroso. Por eso, en lactancias bien establecidas, el cambio de la no leche a la leche no suele ser tan drástico.
Para calmar el dolor producido por la subida de leche siempre se podrá recurrir a algún calmante, aunque siempre bajo supervisión médica. En general, no será necesario el uso de medicamentos, ya que la congestión durará, como máximo, dos días y no deberá confundirse con una mastitis.
Sí que es cierto que esa subida de leche podrá no notarse, debido a que el bebé se ha enganchado al pecho en el momento adecuado. Eso sí, que no la notes no significa que no tengas la leche suficiente para alimentar a tu bebé. Es muy raro que, tras el parto, fallen los mecanismos que hacen que se desencadene la producción de leche materna. Aún así, hay un uno por ciento de mujeres que no segregan leche después de dar a luz.
Serán muy importantes las buenas prácticas desde un principio. Por ejemplo, habrá que colocar al bebé en el pecho nada más nacer, en la propia sala de partos y no separarse de él. Si la subida de leche no se produce unos tres o cuatro días después tras el parto, no pasa nada, no quiere decir que no haya suficiente leche para alimentar a tu bebé.
Otro punto importante será dejar al bebé que succione cuando quiera y cuantas más veces, mejor. No será recomendable que uses chupetes o biberones que puedan confundir al bebé hasta que la lactancia esté bien establecida. Con estas pautas, el proceso de subida de leche deberá ser normal y desarrollarse en los primeros días tras el parto. Aunque si esto no sucede, no te preocupes, lo mejor será que consultes a un especialista.