Uno de los primeros estímulos que aprenden los bebés será el de palmar. Es decir, una manifestación que consiste en cerrar la mano de forma instintiva cuando se estimula con un dedo o con un objeto. Por eso, cuando algo les roza, agarrarán aquello que tengan más cerca como, por ejemplo, el pelo de su madre, la ropa, un collar, una cadena o un brazo. Además, será en el momento de la lactancia cuando el pequeño esté más cerca de su madre y cuando se creará un vínculo muy especial. Pero, a la vez, la madre podrá recibir algún que otro tirón o un pellizco indeseado. Para evitarlo, muchos padres recurren al collar de lactancia. Pero, ¿qué es exactamente?
Se trata de un collar que se coloca en el cuello mientras se le da el pecho al pequeño o cuando este está tomando el biberón. Suele estar compuesto de diferentes colores y tamaños y se coloca a la altura del bebé para que este juegue mientras está siendo alimentado. Además, este cumple función: entretener al bebé mientras los padres evitan esos pellizcos y tirones.
Si este está compuesto de colores vivos llamarán mucho su atención y se conseguirá que se fijen, directamente, en él y no en otras opciones, como puede ser la ropa o el pelo. Además, cuando el pequeño ya haya crecido un poco, este collar de lactancia le hará mantenerse entretenido.
Los beneficios de los collares de lactancia irán mucho más allá, por ejemplo, estos aliviarán mucho los dolores de la dentición, ya que se usan, también, como mordedores y facilitan el desarrollo de la psicomotricidad fina del pequeño gracias a sus distintas texturas, formas y colores. Además, proporciona alivio en la etapa oral. Además, morder el collar de lactancia ayudará al bebé a romper la membrana gingival que causará la inflamación de la encía y acabará estimulando la salida de los dientes
También serán de gran ayuda a la lactancia, ya que los pequeños podrán centrarse en el momento de alimentarse y se entretendrán tocándolo mientras están enganchados al pecho de la madre. Además, será parte de un estímulo sensorial, atrapará la atención del pequeño y estará diseñado de atractivos colores y serán del tamaño idóneo para que sea fácil de agarrar. Así, se favorecerá la presión palmar, el contacto visual y la coordinación óculo-manual y la mano-boca.
A la hora de comprar un collar habrá que tener en cuenta varios factores. Lo primero que habrá que tener en cuenta será que el collar de lactancia no es un juguete y, aunque el pequeño lo toque y lo muerda, no debe ser usado sin la supervisión de una persona adulta.
Además, será muy recomendable que esté recubierto de algún tejido natural y que sean respetuosos con la piel. Otra opción serán los collares de silicona alimentaria, ya que es un material cien por cien antibacteriano que puede introducirse en la boca sin ningún peligro y que se podrá lavar y secar de forma fácil. Estos collares de silicona podrán encontrarse en sitios especializados de productos para bebés o tiendas online.
Eso sí, será muy importante hacerse con un collar de lactancia que esté totalmente homologado y que cumpla con las normas europeas, evitando aquellos de fabricación artesanal y que no cumplen las normativas. Estos podrán ser un peligro, debido a la dudosa procedencia de la silicona y, además, deben pasar diversos controles para evitar que puedan romperse y que las piezas pequeñas pongan en riesgo la salud del bebé.
Sí que es cierto que son muchos los padres que deciden crear los collares de lactancia ellos mismos. Hay tiendas que venden los materiales necesarios y lo que habrá que tener en cuenta será que se utilicen materiales naturales, sin sustancias dañinas. Por eso, las bolas de madera deberán ser naturales y no deben estar barnizadas y el hilo ha de ser de algodón y de la mejor calidad y que sea adecuado para bebés.