Los vestidos largos son una de las prendas más recurrentes del verano tanto porque son piezas versátiles que puedes llevar de día y de noche, como porque sientan genial a todos los cuerpos, sólo tienes que encontrar el modelo que te favorece.
Tienen muchas ventajas a su favor entre otras, que te visten de una sola vez sin necesidad de pensar con qué los combinas. Además, puedes esconder debajo cualquier tipo de calzado, porque otra de sus virtudes es que los puedes llevar con unas sandalias planas, de tacón e incluso de plataforma.
Si necesitas un poco de inspiración para combinar tus vestidos largos con sandalias este verano, aquí vas a encontrar ocho looks con los que solucionar tus estilismos estivales todos los días de la semana.
El vestido blanco es el niño mimado del verano, esa pieza que va ligada indisolublemente a la época estival y que hace pensar en puestas de sol en Ibiza. Si no quieres complicarte la vida, para combinarlo bien y que se convierta en el auténtico protagonista de tu look, bastan unas sandalias de pita en color natural. Perfecto para todas las mañanas y tardes de verano.
Los tonos pastel son otro de los clásicos estivales, por lo mucho que favorecen en contraste con el bronceado veraniego. Si apuestas por un vestido largo multicolor la opción más sencilla es combinarlo con unas sandalias que pasen desapercibidas, un diseño minimalista en un tono neutro, ya sean negras o blancas.
Otro de los imprescindibles del verano son los vestidos tipo caftán, una pieza versátil que cambia en función de los complementos. Para llevarlo de día solo necesitas unas chanclas del dedo para rebajar al mínimo su sofisticación.
Los vestidos más especiales pueden transformarse en piezas de diario si utilizas los complementos de la manera adecuada. Unas sandalias tipo Birkenstock pueden ser el aliado perfecto si necesitas rebajar la fuerza de un modelo demasiado historiado.
Otro de los combos más veraniegos es el compuesto por un vestido de flores, especialmente los de escote barco que tanto favorecen a la silueta, y unas sandalias con suela de esparto, que además de ser un clásico, son las que mejor mantienen los pies lejos del calor.
La versatilidad de los vestidos largos hace de ellos el candidato perfecto para un evento de tarde en la playa. Para este tipo de ocasiones olvídate de los tacones, mejor elige unas sandalias planas con un toque especial.
Para la noche, una opción superveraniega es elegir un vestido largo de un color que te favorezca y que, a ser posible, potencie tu bronceado. Para salir airosa con tu estilismo sin tener que pensar demasiado, apuesta por unas sandalias metalizadas y tendrás el look nocturno perfecto.
Si buscas otra propuesta para la noche puedes invertir el orden y elegir un modelo con bordados metalizados y combinarlo con unas sandalias tipo mules de un color intenso. Es una propuesta más arriesgada, porque ambas piezas lucharán por ser las protagonistas de tu estilismo.