Si hay una influencer por excelencia en nuestro país esa es María Pombo, quien a pesar de no haber llegado todavía a la treintena, puede presumir de tener más de tres millones de seguidores en Instagram. Su frescura y naturalidad a la hora de retransmitir su vida diaria ha conquistado a sus ‘followers’ quienes además, pueden tomar inspiración de sus looks. Porque si algo le apasiona a la madrileña es la moda.
Podría decirse que todo lo que toca, se convierte en oro, y es que a lo largo de su carrera ha trabajado con firmas de moda y belleza muy diferentes entre sí, con las que ha cosechado el mismo éxito. Desde Agatha París -con quien diseña colecciones cápsula de joyería habitualmente- a Bobbi Brown, Kérastase, Armani, Mango, Multiópticas… o incluso su propio festival de música (Suavefest). No hay duda de que su influencia es real en un público que va desde madres a adolescentes. La empresaria además posee dos marcas propias junto a sus hermanas: Tipitent, cuyas colecciones se centran en un estilo juvenil y divertido; y Name The Brand, un sello más elegante centrado en looks de invitada y fiesta.
En lo referente a su estilo, ha ido madurando con ella en estos últimos años. Desde sus primeras incursiones en las redes sociales hasta llegar a la figura que es actualmente, María ha demostrado una notable capacidad para adaptarse a las tendencias, al tiempo que ha desarrollado su propio sello distintivo, que podría definirse como una mezcla entre prendas básicas con aires informales a las que no faltan pinceladas más bohemias.
En sus inicios su armario era muy fresco y juvenil, con vaqueros rotos, camisetas con prints, minifaldas de cuero, blazers XXL y botas de cowboy. Durante esta etapa, María mostraba una preferencia por los colores vivos y los estampados llamativos, lo que reflejaba su personalidad enérgica y extrovertida.
A medida que María Pombo ganaba seguidores y su influencia crecía, su estilo comenzó a evolucionar hacia una estética más sofisticada y elegante. Empezó a experimentar con prendas más estructuradas, líneas limpias y colores neutros. Incorporando piezas clásicas como blazers, faldas y vestidos midi y accesorios más refinados en los que no faltan las marcas de lujo como Dior, Chanel, Luis Vuitton, Loewe o Versace, que añadían un toque de distinción a sus estilismos.
Con el paso del tiempo, comenzó a incorporar más elementos de la estética boho chic en su vestidor. Vestidos fluidos con volantes, blusas con estampados étnicos y sombreros se volvieron parte de su repertorio. Este cambio de dirección le permitió además mostrar una faceta más relajada y romántica, añadiendo versatilidad a su imagen y conectando con un público más amplio.
Con los embarazos ha sabido adaptar sus conjuntos para no perder su identidad, huyendo de la ropa premamá y apostando por prendas de punto sencillas que destacasen sus curvas y a las que añadía alguna pincelada de tendencia para dar con un acabado más sofisticado.
No hay duda de que a pesar de las diferentes etapas por las que ha pasado su estilo, María Pombo ha logrado mantener un sello personal a lo largo de los años. Su amor por los estampados llamativos, su pasión por los accesorios y su habilidad para combinar piezas de moda con otras más asequibles siempre ha sido una constante. Además, su autenticidad y naturalidad al compartir sus looks en las redes sociales han contribuido a forjar una conexión genuina con sus seguidores.
Como una imagen vale más que mil palabras, a continuación, algunos de sus outfits para ver su evolución.
En su boda no faltó el estilo bohemio, con un diseño repleto de bordados y una gran capa.
En los estilismos de invitada también es todo un referente, con opciones para todos los gustos. Desde las más atrevidas como este ‘total look’ rojo.
Hasta otras más ‘lady’ en las que el resultado es muy elegante.
Independientemente de la época del año, los estampados son un imprescindible en su armario, y cuanto más coloridos, mejor.
Los vaqueros son otro de sus básicos en el día a día.
Desde los pitillo a los campana o boyfriend.
Siempre ha sabido hacer suyas las tendencias con combinaciones en las que equilibra las prendas más sencillas con otras más cañeras.
Minivestidos de flores y botas cowboy, otro de sus combos favoritos desde hace años.
Así como los jerséis XXL con botines para la temporada de otoño-invierno.
Las blazers siempre han sido una de sus prendas fetiche, y es que las tiene con una gran variedad de cortes y prints que han ido evolucionando con las tendencias.
Tampoco faltan los ‘total look black’ sencillos en los que los accesorios marcan la diferencia.
En la imagen, una jovencísima María con apenas veinte años ya tenía claro que lo suyo era dejar huella.
En definitiva, su éxito se debe tanto a su buen ojo con la moda como a su naturalidad y espontaneidad. Un mix perfecto que se refleja en sus seguidores, que aumentan exponencialmente día tras día.