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La raya diplomática es un estampado tradicionalmente ligado a la sastrería masculina, que durante décadas se ha vinculado al dinero y al poder. Fue parte del uniforme de los banqueros del XIX, también el "traje oficial" del gánster de principios del XX y, muchos años más tarde, también del bróker de la década de los 90. Hoy, que ha pasado a formar parte del armario de cualquier mujer, ha quedado desligado de etiquetas pudiendo adoptar diversos aspectos en función del diseño de la prenda y de cómo se combine.
Funcional, sexy, tradicional, moderno… por diversas razones, la raya diplomática es uno de los estampados más camaleónicos que puedes guardar en tu armario y la primera de ellas es porque surge de la combinación de dos tonos neutros (generalmente negro o azul marino y blanco) que se pueden combinar con casi todos los colores del pantone.
Otra razón es la discreción, una virtud que le permite adaptarse a diversos estilos, del clásico al más vanguardista, con solo cambiar el contexto, pero sin necesidad de variar un ápice su aspecto.
La tercera es que no pertenece a ningún género y al mismo tiempo corresponde a todos sin ningún tipo de distinción, por lo que el manual de estilo de cómo vestir el estampado de raya diplomática puede llegar a ser confuso, aunque realmente es sencillo de aplicar.
Un vaquero y una camiseta blanca son el lienzo perfecto para dar protagonismo a un abrigo de mil rayas, una combinación que puede tener diferentes versiones. Para las más clásicas, basta con elegir un abrigo tipo batín para ajustarlo a la silueta y las que prefieran una versión más actual pueden optar por modelos largos de corte oversize.
Si el lugar de este estampado ha sido tradicionalmente el de la sastrería masculina, no te equivocas si optas por un traje de chaqueta de mil rayas para componer un estilismo ‘tomboy’. Refuerza tu look con la corbata negra de tendencia y complétalo con unos mocasines o unos bucher o dale un giro inesperado con unos salones de tacón.
En el extremo opuesto está la opción de crear un ‘lady look’ con una falda tubo de mil rayas que se puede coordinar con una chaqueta de idéntico estampado o con una lisa de color negro. Las medias y los zapatos de tacón son los aliados imprescindibles de este tipo de estilismo.
Aunque el estampado de mil rayas pueda resultar perfecto para componer outfits de lo más tradicionales, no hay que obviar su capacidad de adaptarse al estilo de las mujeres más jóvenes y para conseguirlo basta elegir las prendas y mezclas adecuadas. Entre otras muchas opciones puedes combinar un microtop con pantalón oversize o utilizar una blazer a modo de minivestido