París ha demostrado que no ha querido organizar unos Juegos Olímpicos más y lo ha hecho desde el día de la inauguración -con nuestros reyes presentes- donde le dio gran importancia al patrimonio artístico. Tratándose de una de las grandes capitales de la moda, esta faceta tampoco podía quedar de lado, de hecho, los uniformes y otros elementos como los baúles de entrega de los trofeos han sido diseñados por la exclusiva marca Louis Vuitton. Esta estela de dar a los atuendos la importancia que merecen ha sido seguida por varios atletas, entre ellos una de las más esperadas, Simone Biles, que ha sorprendido con un lujoso maillot en sus competiciones.
La gimnasta estadounidense tuvo que retirarse alegando problemas de salud mental y ahora ha vuelto más fuerte que nunca para brillar en el terreno deportivo -tal y como está demostrando-. Pero el equipo norteamericano también ha querido hacer una metáfora de ese resurgir de su capitana a través de su indumentaria, escogiendo un maillot en el que predomina el brillo junto a todos los símbolos de la bandera de Estados Unidos.
"Nos dijeron, de manera abrumadora y unánime, que para los Juegos Olímpicos querían usar rojo, blanco y azul. Cuantos más cristales, mejor", dijo a NBC News la directora de diseño de GK Elite, Jeanne Díaz. Y la firma hizo realidad el sueño de las deportistas diseñando hasta siete modelos. Pero sin duda el más impresionante es el que lucio la atleta de Ohio el pasado lunes. La malla ha sido nombrada como Star Spangled Shine, se trata de un body de manga larga con el azul marino de la bandera de su país como fondo y un majestuoso diseño de estrellas conformado por 6.359 cristales de Swarovski en color plata, granate, violeta, turquesa brillante y dorado. La pieza alcanza un valor de 3.000 dólares y cada una de las cinco gimnastas recibieron ocho ejemplares por lo que la inversión se multiplica llegando hasta los 100.000 dólares.
Las deportistas estaban encantadas con este diseño que sin duda también puede interpretarse como un guiño al glamour del viejo Hollywood, pero también tuvieron que habituarse a él. Suni Lee, compañera de Biles declaro a The New York Times en una entrevista reciente su truco para llegar perfectamente adaptada a París y es que entrenó con su maillot de competición para acostumbrase al peso de este, pues con todos los cristales la prenda alcanza los 300 gramos. “Me obsesiona cómo las luces de la arena se reflejan en los cristales”, revelaba Lee al mencionado medio.
Al día siguiente tuvo lugar la prueba por equipos -en la que Estados Unidos logró el oro, seguidas de Italia, plata, y Brasil, bronce- y Simone junto a su compañeras lucieron otro de los modelos que la firma diseñó para ellas. Los elementos eran los mismos, distrubuidos de una forma diferente. En este caso, el rojo y el blanco cobraban más protagonismo, en la zona inferior y en uno de los laterales del maillot, el restante quedaba cubierto por las estrellas de Swarowski que vimos ya en el diseño anterior.
Y es que estos Juegos Olímpicos están haciendo valer su condición de evento internacional y son muchos los menajes que los diferentes deportistas están haciendo llegar. Uno de los más valiosos el lanzado por la jugadora de rugby Ilona Maher, quien animaba a querer y respetar todos los tipos de cuerpos a través de las redes sociales.