Tras un curso lleno de trabajo en el que Paula Echevarría ha compaginado las grabaciones de Got Talent con otros muchos trabajos relacionados con sus redes sociales, la asturiana se ha ganado un descanso. Paula es fiel a la forma de disfrutar sus vacaciones, nunca renuncia a una visita a su Asturias natal y, desde hace unos años, el festival de música Starlite, en Málaga, también es otro de los destinos donde suele dejarse ver cada verano. Este año ya lo ha hecho y por supuesto ha dado una lección de estilo al posar en el photocall con un look que a más de una le habrá traído recuerdos de otras épocas. Y es que la intérprete ha rescatado un calzado que fue muy habitual en los años 2000, ¿estamos ante la vuelta de otra de las tendencias de aquella época? El tiempo lo dirá.
Paula ha acudido al concierto de Aitana en el festival malagueño y ha estado acompañado por su pareja, el exfutbolista Miguel Torres. Para combatir el calor que asola toda España estos días, la actriz ha optado por un minivestido negro muy fresquito. Es una pieza confeccionada en croché con una parte superior en forma de uve y con tirante espaguetti, la zona del abdomen está cubierta por un panel completamente calado y a continuación discurre una minifalda de volantes, también con calados. Se trata de un diseño de la firma española Charo Ruiz Ibiza, que se puede adquirir por 705 euros.
El vestido es precioso, con una estética boho que siempre irá asociada al verano y que, por tanto difícilmente pasará de moda, ¡una apuesta segura! Sin embargo, lo que más llama la atención es el calzado que ha elegido la asturiana. Y es que se ha subido a un par de sandalias de un estilo inspirado en los años 2000 que pensábamos que ya no volveríamos a ver. La actriz ha escogido una par firmado por Valentino Garavani, con un precio de 790 euros. Tienen alta plataforma de nueve centímetros y medio y esta está bordeada por un cordón de seda negro de estilo marinero que embellece. Las tiras de la sandalias que fijan el calzado al pie están confeccionadas en piel de becerro y decoradas con tachuelas de acabado metálico. Este tipo de calzado fue muy común en los años 2000 y parece que como tantas otras tendencias de esta época, todo indica que está volviendo y convivirá con las sandalias completamente planas, como estas de Zara, que están arrasando esta temporada.
La actriz completa esta look veraniego con un peinado con efecto mojado, una coleta trenza que retira todo el pelo de su rostro y le permite disfrutar del espectáculos sin preocuparse de su aspecto. Con el pelo recogido quedan completamente a la vista unos originales aros, dos piezas de bisutería con las iniciales L V en el centro, que pertenecen a la marca Louis Vuitton. Son el modelo Louis GM y en la web de la firma francesa se pueden adquirir por 530 euros. Están disponibles en dorado y también en plateado. La actriz apuesta además por su maquillaje de confianza, un rostro bronceado en el que se destacan sus pómulos y unos ojos con un profundo ahumado en tonos chocolate.