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Bien es cierto que, cada temporada, hay nuevas tendencias en las que fijarse, pero hay algo que nunca cambia año tras año: los bolsos de lujo. Da igual que sea verano o invierno, que esté de moda un color u otro; cuando un bolso es icónico, ya ha ganado una (buena) fama que le durará toda la vida. Tanto es así que hay quien, en lugar de invertir en un piso o una joya, prefiere hacerlo en un bolso de lujo que sea icónico porque, tarde o temprano, se acabará revalorizando como nos explicaba el estilista Víctor Blanco en el siguiente vídeo:
Y es que los bolsos de lujo no solo conservan su valor, sino que, a menudo, como ocurre sobre todo con el 2.55 de Chanel o el Birkin de Hermès, incrementan su valor con el tiempo. Aquí te presento una selección de los mejores bolsos de lujo en los que vale la pena invertir, tanto por su calidad como por su atemporalidad. Tal y como contó Cynthia Morrow, cofundadora de Covett x Front Row (un plataforma de copropiedad de bolsos de lujo), en WhoWhatWear.com: "Hermès, Louis Vuitton y Chanel han experimentado un aumento del 55% en el precio en el mercado de reventa, en comparación con su precio minorista en los últimos tiempos”.
Los bolsos a los que decirles “sí, quiero” para toda la vida (o hasta que los puedas revender por el doble de lo que te costaron):
Es el favorito de las famosas (Georgina, Chiara Ferragni, Victoria Beckham, Kim Kardashian… tienen varios ejemplares) porque, sin lugar a dudas, el Birkin de Hermès es el epítome del lujo y la exclusividad. El Birkin nació en 1984 y se lo debemos a la actriz y cantante británica Jane Birkin. Al parecer, Birkin estaba en un vuelo de París a Londres cuando conoció a Jean-Louis Dumas, el entonces director ejecutivo de Hermès. Durante el vuelo, Birkin comentó que no podía encontrar un bolso adecuado para sus necesidades como madre joven. Dumas, inspirado por su conversación, diseñó un bolso especialmente para ella, y así nació el Hermès Birkin.
Hecho a mano por un solo artesano, el Birkin se confecciona con materiales como cuero de ternera y pieles exóticas como cocodrilo o avestruz. Su diseño estructurado, cierre con candado y variedad de tamaños y colores lo convierten en un bolso inconfundible. Y, como la producción es limitada y existe una alta demanda, es un bolso muy difícil de conseguir. De hecho, se rumorea que hasta que no te has gastado 20.000 euros en una tienda de Hermès, no vas a tener opción de comprarte un Birkin. Ahí es nada.
Con precios que comienzan desde aproximadamente 8.000 euros para los modelos más sencillos, un Birkin puede superar los 130.000 euros en ediciones de piel exótica o con adornos especiales.
Coco Chanel revolucionó la moda. A ella no solo le debemos la camiseta de rayas o las chaquetas de tweed, sino también el bolso de lujo Chanel 2.55, creado por ella misma en febrero de 1955 (de ahí su nombre). Su idea era ofrecer una solución práctica a las mujeres que necesitaban un accesorio elegante pero también funcional. El 2.55 fue revolucionario en su momento por su correa de cadena, que permitía a las mujeres llevar el bolso al hombro y liberar las manos, algo poco común en los diseños de la época.
Su exterior acolchado, inspirado en las chaquetas de los jinetes, y su forro de color burdeos (que, según la leyenda, recuerda los uniformes de los huérfanos en el convento donde Chanel creció), lo hacen único. El bolso también cuenta con un compartimento secreto con cremallera, donde Coco Chanel solía esconder sus cartas de amor. A lo largo de los años, el 2.55 ha evolucionado, pero su esencia sigue intacta. Su precio supera los 10.000 euros, pero, con mucha suerte, se pueden encontrar precios más económicos (no menos de 2.800 euros) en plataformas como Vestiaire Collective.
El Louis Vuitton Speedy es un ejemplo perfecto de cómo un bolso puede convertirse en un clásico atemporal. Lleva con nosotros desde la década de 1930, aunque, en realidad, el Speedy fue diseñado originalmente como una versión más pequeña del Keepall, el bolso de viaje de Louis Vuitton. Con el tiempo, el Speedy se ha consolidado como uno de los bolsos más populares de la marca, especialmente después de que Audrey Hepburn lo convirtiera en uno de sus favoritos.
El Speedy es ligero, espacioso y extremadamente duradero, gracias al icónico lienzo Monogram de Louis Vuitton, que es resistente al agua y a los arañazos. Disponible en varios tamaños, desde 25 cm hasta 40 cm, se puede comprar desde 1.500 euros nuevos, y alrededor de 800 euros en tiendas de segunda mano.
El Lady Dior es uno de los bolsos más sofisticados del mundo, tanto es así que la princesa Diana lo convirtió en su bolso fetiche. De hecho, cuando se presentó en 1994 se llamaba 'Chouchou', pero se renombró como Lady Dior en honor a la princesa de Gales, quien hizo de él todo un ícono. Se lo regalaron en 1995 y, desde entonces, quienes adoraban su estilo también soñaban con tener este bolso algún día.
El diseño del Lady Dior es inconfundible, con su forma cuadrada, sus detalles en "cannage" (un patrón de costura inspirado en las sillas de la época napoleónica) y su distintiva asa rígida. Está disponible en varios tamaños y materiales, y su precio ronda los 4.700 euros y 3.000 euros en tiendas de segunda mano.
El Gucci Jackie es otro bolso que ha resistido la prueba del tiempo. Si el glamour de los años 60 fuera un bolso, sería, sin lugar a dudas, un Jackie. Su nombre originalmente era Fifties Constance, pero se le bautizó como Jackie en homenaje a Jacqueline Kennedy Onassis, quien, como Diana de Gales, hizo de un bolso su seña de identidad.
Con un diseño curvo y su cierre de pistón, se ha reinterpretado en numerosas ocasiones por diferentes directores creativos de Gucci. Su precio supera los 2.300 euros nuevos, y alrededor de 1.500 euros si lo compras de segunda mano.
Se podría decir que es el bolso de lujo más icónico de los últimos tiempos. Salió del imaginario de Phoebe Philo en 2010 y se le conoce como el bolso de la "cara sonriente" por las formas que crean sus costuras y cremalleras. Se lo hemos visto a Kate Moss y también a Rihanna, y su precio ronda los 2.500 euros, mientras que en tiendas de segunda mano puede salir por unos 1.500 euros.
Aunque lo ideal es comprar siempre en las tiendas oficiales físicas u online, quien más y quien menos alguna vez ha tenido la tentación de comprar un bolso de segunda mano porque el precio es mucho más barato. Que no te den gato por liebre, y nuestro mejor consejo es que investigues mucho (fíjate en que las costuras estén bien hechas, en que los logos no estén cortados, que tenga número de serie) o que acudas a plataformas como Vestiaire Collective, que cuentan con un departamento de autenticación, o Vinted, que acaba de incorporar esta posibilidad.