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Gran parte de la generación de adolescentes de principios de los años 80 suspiraba por sus faldas de pana de talle bajo, sus camisas de cuello bobo y sus lazos de colores, porque Don Algodón, junto a Amarras y Privata, era mucho más que ropa. La marca fundada por Pepe Barroso llegó a convertirse en un símbolo de pertenencia para una determinada tribu urbana, la de las pijas, del mismo modo que por su ropa se podían identificar a los mods, a los rockers, a los punks o a los heavies.
Esta firma, que empezó con una pequeña tienda en la calle Claudio Coello de Madrid, irrumpió como un huracán en esa generación que coreaba a voces “Sufre mamón” a la que vistió de fucsia, de verde pistacho, de turquesa y de amarillo limón, a la que le puso lacitos en las trenzas y consiguió que llevara calentadores de lana como los que usaba Coco Hernandez, el personaje que interpretaba Erica Gimpel en la serie Fama que se veía en la tele cada domingo.
Tras un éxito atronador, llegó a contar con más de 100 tiendas repartidas por España y el extranjero, Don Algodón despareció de la faz de la tierra. Durante años, sus colonias se convirtieron en el último bastión "pijochentero" para las más nostálgicas, las mismas que ahora han visto cómo la firma se da una nueva oportunidad con una colección cápsula de ropa para la temporada de otoño/invierno y otra de textil para el hogar.
Don Algodón abría su cuenta de Instagram el pasado 3 de octubre con una frase prometedora: “Cada renacer es una nueva oportunidad para brillar”. Se iniciaba una nueva era para la marca, pero en sus redes se daban muy pocas pistas sobre qué podíamos esperar de esta nueva etapa que afrontaban con calidad, elegancia, estilo, diseño, simplicidad o esencia.
Pocos días después se desvelaba la primera colección de la nueva era Don Algodón con una presentación a la que invitaron, entre otras, a Jessica Bueno, Lucía Páramo o Natichu Alcántara. Este nuevo ciclo se inaugura con una pequeña selección de ropa de hogar para el salón, el dormitorio y el baño, así como una colección de prendas básicas para mujeres de 30 años en adelante, es decir, para las que ya fueron sus clientas en los primeros 80 y algunas incorporaciones nuevas.
Lo cierto es que, del mismo modo que su clientela, la firma ha madurado con los años apostando ahora por la elegancia atemporal y aunque mantiene algún guiño a su época dorada, en concreto los lacitos de lana de colores, su apuesta actual dista mucho de aquella ropa colorida para adolescentes con la que se convirtió en un éxito de ventas.
En lo que se refiere a la ropa, de momento Don Algodón cuenta con 6 tipos de prendas: abrigos, camisas, pantalones, faldas, vestidos y jerséis. Una apuesta por piezas atemporales, prendas de fondo de armario perfectamente combinables entre ellas en las que predominan los tonos neutros como el negro, el blanco o el beis y con un abanico de precios que oscilan entre los 39,95 euros de un pantalón palazzo, a los 139, 95 euros de un abrigo de paño.
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