'Yo vencí la anorexia', su autobiografía, marcó un antes y un después en la visibilidad de los trastornos de la conducta alimentaria. No solo por su testimonio, condensado en casi 200 páginas en las que se narraba lo que implica "estar metida en una enfermedad que te hace creer que es imposible curarte, que nunca podrás volver a tener una vida normal, a reír y salir con los amigos" y en el que se demostraba que "se puede conseguir", que "igual que tienes fuerzas para destrozarte y dejar de comer, las tienes para salir del infierno". También por el hecho de que un rostro público del calado de Nieves Álvarez diese un paso al frente y verbalizase ese importante "yo he pasado por esto".
De la publicación de este libro han pasado más de 20 años. Dos décadas en las que se ha reafirmado como la top model absoluta de la industria de la moda española. Yves Saint Laurent, Christian Dior, Hermés y Armani siguen contando con ella para sus desfiles. De hecho, la semana pasada se subió a la pasarela de la Fashion Week de Madrid para presentar la nueva colección de Lola Casademunt.
Una actividad que se mantiene más allá de los 47 sobre la que ha hecho balance en su última entrevista para 'Las tres puertas', donde también ha recordado cómo vivió su enfermedad y qué impacto tuvo su oficio en su recuperación.
"La moda no tuvo nada que ver con mi anorexia. Cuando empecé en esto yo ya no estaba enferma, de hecho me salvó totalmente", ha reivindicado la propia Nieves en esta conversación con María Casado. En ella, la también presentadora ha explicado que la suya "es una enfermedad que no afecta a gente sencillamente porque quieran ser modelos".
Es más, tal y como aclara, "a la mayoría no les interesa la moda". Su experiencia le ha demostrado que este tipo de trastornos "vienen de problemas de inseguridad, de falta de confianza, de no saber cómo ubicarse en este mundo". "Suelen ser personas que son muy exigentes consigo mismas y yo lo era".
Aunque suene "contradictorio", Nieves Álvarez ha asumido que dedicarse a la moda le hizo "más fuerte" después de atravesar una dura etapa en la que le tocó acostumbrase a convivir con el 'no'. "Sabía que ese 'no' no estaba porque yo no valiese, sino porque simplemente no representaba aquello que buscaban". Ser "perseverante", incluso "cabezota", como se ha definido en esta entrevista para televisión, le ha permitido " estar donde estoy y no rendirme" es un mundo en el que "no es fácil ser juzgada por tu escaparate".