Reservados para las novias más románticas, los vestidos de corte imperio han saltado al street style más primaveral esta temporada. La causa es indiscutible, y es que el estreno de la segunda temporada de la serie Los Bridgerton ha generado aún más pasiones que la primera, hasta el punto que ha sido inevitable que su influjo en las tendencias de moda de este año.
Y, en concreto, han sido los vestidos corte imperio los que se han convertido en nuestro objeto de deseo, que nos han convencido de su capacidad para darnos un rollo romántico y sexy al mismo tiempo. Por si esta fiebre por la serie y sus vestidos te pilla un poco fuera de onda, no te preocupes, te contamos cómo son los vestidos de corte imperio y cómo llevarlos.
Lo que caracteriza a los vestidos de corte imperio es su alta cintura, hasta el punto que queda justo por debajo del pecho (o incluso más arriba). El resto del vestido cae suelto hacia abajo, logrando el efecto óptico de que el cuerpo parezca más largo. Sus puntos fuertes son, por tanto, la forma en la que realza el escote al marcarlo con el corte, y que estiliza la silueta al hacerla alargada pero sin marcarla.
Aunque el escote suele tener un acabado recto, y así lo vemos en la famosa serie, también puede tener un ligero acabado en V, que es más favorecedor si tienes el pecho grande. Y en cuanto al largo, lo esperable es que sea hasta los tobillos, pero hay versiones a la altura de la rodilla, e incluso por encima. Lo cierto es que si quieres conseguir que estilice la figura, los centímetros de tela son fundamentales: cuanto más largo sea el vestido, mejor sienta.
En cuanto a los colores y estampados, es un tipo de vestido que pide, de manera natural, colores suaves y tonalidades pastel, aunque el azul royal también es perfecto. Las flores, sobre todo las tipo liberty, le van de maravilla como estampado, y por su esencia clásica e principio no le van los geométricos o demasiado modernos. Pero solo en principio, porque hay diseños sorprendentes que actualizan el corte imperio con total acierto.
Un vestido con un diseño tan marcado se convierte en el verdadero protagonista del look, así que hay que tener cuidado al elegir los complementos y optar por el famoso “menos es más”. Bolsos tipo capazo, de rafia, tote bags de tela y bandoleras sencillas le van a a la perfección. En cuanto al calzado, nada mejor que uno plano, como una sandalias. Si quieres darle un toque casual las deportivas son perfectas. Y para ganar centímetros, lo ideal es que lo lleves con unas alpargatas de cuña.
Si quieres conseguir un acabado elegante y romántico, deja a un lado las joyas grandes. Pendientes largos, pero discretos, y una cadena (o varias) finas no sobrecargarán el outfit y dejarán que luzca el escote del vestido. Evidentemente, puedes peinarte como quieras, pero las trenzas y recogidos románticos, como puedes imaginar, parecen pensados para este tipo de vestidos.