En la primavera de 2023, y después de seis años de discreta relación sentimental, el arquitecto Joaquín Torres y el director televisivo Raúl Prieto se dieron el 'sí, quiero'. De la boda, que anunciaron el verano anterior y que tuvo lugar en Sevilla, entre un buen número de rostros conocidos, se cumplen ahora doce meses ya. Aunque ambos suelen mantener un perfil bajo en cuanto a la exposición pública, recientemente el arquitecto, que se ha situado en la primera línea debido al conflicto familiar tras la muerte de su madre, se ha sincerado con respecto a la crisis que está atravesando su matrimonio con Prieto.
El pasado dos de marzo falleció la madre de Torres, Joaquina Verez. El barcelonés se sinceraba sobre el duro varapalo personal que suponía su pérdida, reconociendo estar "completamente roto anímicamente y físicamente", y asegurando que el vacío que ha dejado en él "es desolador y lo ha arrastrado todo". Pero pronto al duelo se sumó un complicado conflicto familiar. Un comunicado de Joaquín y dos de sus hermanos acusaba a otro de ellos, Julio Torres Verez de "mala praxis" en cuanto a la gestión de las sociedades familiares.
Los padres de los hermanos Torres Verez tuvieron una fortuna estimada en cuarenta y un millones de euros, llegando a aparecer, en el año 2013, en la lista Forbes de los cien clanes más ricos de España. En declaraciones a la revista Semana estos últimos días, Joaquín daba cuenta de la situación a la que se llegó con el paso del tiempo. "Arrebató todo el dinero a mis padres, les dejó en la indigencia absoluta", aseguró, confirmando que tuvo que mantenerles él, pagándoles además los seguros médicos mientras sus progenitores tenían todo su patrimonio embargado.
La extrema situación familiar que atraviesa el catalán está teniendo un importante impacto en su matrimonio. Así lo ha confirmado él mismo en una reciente aparición televisiva en el programa 'Y ahora Sonsoles'. Si hace unos meses hacía mención a las dificultades lógicas de la convivencia, ahora el vínculo sentimental se ha visto mucho más afectado por su situación familiar y sus últimos baches de salud. Torres ha reconocido estar en un punto en el que se tiene que priorizar y sanarse para "poder dar" a sus hijos y su marido. "Sé que no estoy a la altura pero es que no puedo", admitía.
Visiblemente afectado mientras daba su testimonio, Joaquín admitía que para poder ser generoso precisa estar bien primero y salir del "agujero" actual. "Lo estamos pasando mal como pareja", verbalizaba el arquitecto, que reconocía que su pareja es incapaz de dar más ahora mismo. “Llega un momento que cuando las cosas no funcionan de una manera adecuada...es el amor de mi vida pero ahora necesito curarme y todo lo demás es secundario”, concluía con respecto al importante bache sentimental que atraviesan un año después de su boda.