La participación en la presente edición de 'Supervivientes' de Arantxa del Sol ha devuelto a la primera línea mediática a la que fuera una de las caras más conocidas de la pequeña pantalla durante los años noventa. Durante dicha década, la asturiana desarrolló una intensa trayectoria profesional como presentadora, actriz y modelo que disparó su fama y el interés sobre su vida privada. En lo personal, la comunicadora ha formado junto a Finito de Córdoba una de las parejas más sólidas del panorama vip patrio, cuya relación se prolonga ya desde hace dos décadas y media y de la que nacieron sus dos hijos. ¿Cómo se conocieron la presentadora y el torero?
Antes de sumarse a la aventura en Honduras, del Sol llevaba algunos años alejada de la televisión. Como ella misma explicaba hace unas semanas, antes de partir hacia los Cayos Cochinos en una entrevista para el programa ''¡De viernes!', no fue por una decisión voluntaria. "Nunca me retiré. Esa es la verdad", se sinceraba, apuntando que el "destino" tuvo mucho que ver y fijando la fecha de su boda con el diestro, en el año 2001, con el momento en el que dejó de recibir llamadas y ofertas. Desde entonces, Arantxa se ha volcado en su faceta familiar, con su marido y sus hijos en común, Lucía y Juan Rodrigo, llevando una vida tranquila en su casa de Córdoba.
La mención al enlace retrotrae la historia de este matrimonio consolidado, que afirma que el secreto de su vínculo es la adaptación que ha vivido el amor que sienten el uno por el otro, a esos primeros compases de la misma, a finales de la década de los noventa. Para entonces, Arantxa era un rostro muy famoso del mundo televisivo, mientras Finito disfrutaba de una etapa dorada en las plazas de toros. Pero, ¿cómo comenzó su relación?
La pareja se había conocido por primera vez hacía ya unos años; concretamente, en 1993. Ocurrió durante un partido de fútbol benéfico que tuvo lugar en el barrio madrileño de Vallecas, que enfrentaba a artistas contra toreros. Como relataba ella en una entrevista para la revista ¡Hola! hace un par de años, una amiga en común les presentó pero no surgió entonces el amor.
La vida volvería a cruzar sus caminos pasado un tiempo: ambos volverían a reencontrarse cinco años después, en esta ocasión, en el plató del mítico 'Furor'. Y ahí sí se encendió la chispa entre ellos. Eran finales de 1998 y los dos participaban en la grabación de un especial navideño del programa. "Fue una auténtica jugada del destino", admite Arantxa. Su representante y una amigo de Finito actuaron como celestinos, acabando como testigos de la boda.
Arantxa admitía en la citada charla con la publicación que pronto supo que era el hombre de su vida. "Rápidamente, estábamos haciendo planes de futuro", resumía, reflexionando que ambos tuvieron siempre clara su prioridad de formar una familia al tener valores y una educación "muy parecida. "Lo vi muy claro el día que lo imaginé como padre de mis hijos", admitía. Y así fue: menos de tres años después pasaron por el altar en una multitudinaria boda en Córdoba, y a los pocos meses se estrenaron en la paternidad con el nacimiento de su primogénita.