Dos años después de comenzar su relación, Nuria Roca y Juan del Val formalizaron su historia de amor con una boda. La pareja se dio el 'sí, quiero' el 6 de octubre del año 2000 en El Puig, en Valencia, tierra de la presentadora. Aunque son pocos los detalles que se conocen de aquel día, sí sabemos que acudieron 300 invitados y que no faltó una mascletá. Por las imágenes que hemos podido ver a través de sus redes sociales, Nuria Roca eligió un vestido de novia de encaje, con un amplio escote barco y hombros descubiertos. Por su parte, Juan del Val se casó con un traje oscuro y una corbata de rayas.
Un día después algunos medios de comunicación se hicieron eco de la boda de la pareja, lo que sorprendió a Juan del Val, que en aquel momento no era una persona tan conocida como su mujer. A lo largo de estos años hemos podido conocer más detalles de aquel día, pero hasta ahora nunca habían contado el motivo por el que no llevan sus anillos de casados.
Tras ver en directo un vídeo de una persona a la que le cortaron la alianza de bodas con una radical porque no podía sacarla de su dedo, Juan del Val confesaba en el programa de su mujer que él no lleva anillo de casado. "Quién quiera llevarlo, que lo lleve, yo me lo quité", decía el periodista explicando que es "un símbolo que no le gusta nada". Su mujer apoyaba la decisión y decía que ella tampoco lo lleva y, ante la sorpresa de los colaboradores que estaban presentes, Nuria les tacha de "antiguos".
Y es que ninguno de los dos tiene problema en hablar de algunas intimidades de su relación. Hace unos días, con motivo del podcast que han estrenado juntos, Juan y Nuria concedían unas declaraciones al periódico El Mundo en las que hablaban de la fidelidad en la pareja. Hace años fue noticia unas declaraciones en las que hablaban de relación abierta, algo que ahora han matizado. "No es más ni menos abierta que la de cualquiera. Todas las relaciones son abiertas porque a todas las relaciones les pueden pasar cosas. De hecho, pasan. Luego están las renuncias y los compromisos que cada cual asuma. Ahora, si me preguntas si mi pareja puede sentir deseo por otras personas... Eso espero. Si no, estaría muerto", respondía la presentadora.
Su marido respondía que "aún" no está muerto. "En realidad, todo tiene que ver con la idea de la fidelidad y del deseo. La fidelidad es un tema al que esta sociedad concede una importancia que no tiene. A mí la fidelidad me da exactamente igual, me parece una gilipollez y no le doy ningún valor", aseguraba públicamente.